Antonio Suárez Mexía[1]

Varón

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  • Nombre Antonio Suárez Mexía 
    Nacimiento Campomayor, Portugal Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.  [1
    Sexo Varón 
    ID Persona I2766  Los Antepasados
    Última Modificación 13 Mar 2010 

    Padre Álvaro Fernández Mexía 
    Madre Ana Suárez 
    ID Familia F1630  Hoja del Grupo  |  Family Chart

    Familia María Ana Abad Astudillo 
    Hijos 
     1. Álvaro Suárez Mexía Abad Chavero
    +2. Capitán Antonio Suárez Mexía Abad Chavero,   n. 1586, Córdoba, Córdoba, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.f. 2 Feb 1678 (Edad 92 años)
    +3. Francisca Suárez Mexía Abad Chavero
     4. Alonso Suárez Mexía Abad Chavero
     5. Fray Jerónimo Suárez Mexía Abad Chavero
     6. Salvador Suárez Mexía Abad Chavero
    +7. Mariana Suárez Mexía Abad Chavero   f. 30 Jul 1674, Córdoba, Córdoba, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.
     8. Lorenzo Suárez Mexía Abad Chavero
    +9. Ana Suárez Mexía Abad Chavero
    ID Familia F1419  Hoja del Grupo  |  Family Chart
    Última Modificación 13 Mar 2010 

  • Mapa del Evento
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  • Notas 
    • ANTONIO SUAREZ MEXIA, nacido en 1542 en la villa de Campo Maior y primogénito de aquella Casa solariega. Tres décadas más adelante, el 26-IX-1572, en el puerto de San Lúcar de Barrameda, "don Francisco Tello, Caballero de Santiago, Tesorero y Juez de Su Magestad", despachó a la armada de Juan Ortiz de Zárate que venía al Río de la Plata, y al "fazer el alarde de la gente de guerra e pobladores de dicho Adelantado", apuntó a: "Antonio Suárez , natural de Campo maior, de edad de treinta años, mediano de cuerpo, moreno, una señal debaxo del labio baxo, soltero".
      La serie de malandanzas ocurrida durante aquella oceánica travesía, téngola narrada en el capítulo correspondiente al conquistador Izarra. En cuanto a Suárez Mexía, diré que al arribar la expedición a tierras costeñas que hoy pertenecen al Brasil, halló una buena cantidad de poblaciones indígenas, "por el cual descubrimiento se proveyó la armada (de Ortiz de Zárate) los bastimentos, en tiempo que perecía de hambre la gente della". Esto expresan los considerandos de una escritura de encomienda con la que el Gobernador Lerma agració a mi antepasado portugués, quien en compañía del Capitán Ruy Díaz Melgarejo (otro antecesor mío) y del General Juan de Garay, pasó muchos trabajos buscando bastimentos y otras cosas necesarias para el dicho Adelantado y gente de la dicha armada y en el puerto y ranchería del río San Salvador, que entra en el de la Plata" (o sea el reducto o "ciudad Zaratina de San Salvador", que en tierra charrúa fundara Ortiz de Zárate, el 30-V-1554, con la cooperación de Suárez Mexía, en el actual departamento de Soriano de la República Oriental del Uruguay). Ahí, el protagonista de esta historia, "anduvo tres años con otros tres soldados cazando benados y abestruces para toda la gente de dicho campo, que no comían el más de dicho tiempo otra cosa".
      Las arbitrariedades de Diego Ortiz de Mendieta, Gobernador interino en la Asunción, luego del fallecimiento de su tío el Adelantado Ortiz de Zárate, el 26-I-1576, sumadas a las penurias que se sufrían en aquel poblacho "zaratino", determinaron su desmantelamiento y abandono por los mismos moradores, quienes, en los últimos meses de 1576, resolvieron liberarse de la férula de Ortiz de Mendieta y buscar refugio en Córdoba del Tucumán, adonde fueron recibidos cordialmente y amparados contra una posible venganza de dicho irresponsable mandatario. "Cuarenta y tantos zaratinos" fugitivos cayeron a Córdoba en octubre de 1576; entre ellos el hasta entonces desventurado fidalgo lusitano de esta biografía.

      Los recién venidos ayudan a mudar la ciudad de Córdoba

      Llegaban los "zaratinos" en un momento crítico para la incipiente fundación de mi lejano abuelo Jerónimo Luis de Cabrera, cuyo vecindario - como dice el investigador Luque Colombres - "disminuía hasta el punto de que se tornó insuficiente, no solo para realizar el traslado de las ciudad sino también para la defensa del Real". Así, los desilusionados fundadores primitivos de ese reducto, "vieron arribar hombres, mujeres y niños hambrientos y destrozados por la fatiga, que venían a pié huyendo de la ranchería de San Salvador". El papel desempeñado por esos fugitivos en el traslado del originario enclave de Cabrera al nuevo y definitivo lugar elegido para Córdoba por Lorenzo Suárez de Figueroa a partir de 1577, resultó harto eficaz. "Aunque el número de los que se incorporaron efectivamente como vecinos (incluído Suárez Mexía) pueda parecernos insignificante e insuficiente para atribuir a su participación el carácter de factor determinante de la mudanza y del establecimiento de la Ciudad, no cabe duda de que fue la presencia de este contingente la que animó a Suárez de Figueroa a dar ese paso. Los del Paraguay, por ende, actuaron como fuerza psicológica, si bien únicamente algunos de ellos cooperarían en la tarea material de cavar los cimientos de la ciudad" - señala Luque Colombres.
      El título de la encomienda con que lo favoreció el Gobernador Lerma a Antonio Suárez Mexía, consigna que éste "estubo tres años (1577-1580) con mucho trabajo ayudando a sustentar el fuerte que hizo el Gobernador don Jerónimo de Cabrera en la Ciudad de Córdova que pobló, la cual dicha ciudad ayudó a pasar a su asiento y sustentar e conquistar otros cinco años".

      El motín santafesino de los "mancebos de la tierra"

      En 1580 Suárez Mexía se encontraba incidentalmente en Santa Fé de la Vera Cruz. (El historiador Ricardo de la Fuente Machain en su obra Conquistadores del Río de la Plata, errando el apellido registra a; "Suárez Mujica Antonio; vecino poblador de Santa Fé, 1573", en cuya empresa Suárez Mexía no participó). Allá, en el primitivo asiento que estableciera Garay (hoy ruinas de Cayastá), "las vísperas del Corpus Christi", le sorprendió a nuestro hombre el llamado "motín de los mancebos" o "mestizos", cuyo móvil fue incorporar el puerto santafesino al Tucumán, en secreto acuerdo con el Gobernador de esa provincia, Gonzalo de Abreu.
      En dicha revoltina (1-VI-1580) - que la historia llama también de los "Siete Jefes" -, sus cabecillas Lázaro Benialbo, Antonio Leiva, Pedro Gallegos, Francisco Villalta, Diego Ruiz, Francisco Mosquera y Ruiz Romero, armados todos con arcabuces, cotas y morriones, detuvieron al Teniente de Gobernador Simón Jacques, al Alcalde Olivera, y a otras personas de probada lealtad hacia Garay, como Alonso Arias Montiel, y Alonso de Vera y Aragón "Cara de Perro". Tras esto, los "mestizos" eligen por Teniente a Cristóbal de Arévalo; pero Arévalo se asusta de la responsabilidad que le echan encima y, en vez de secundar a los conjurados, se une a Hernando de Santa Cruz, a Pedro Ramírez, a Juan de Aguilera, a Juan Martín, a Leandro Ponce de León, a Antonio Suárez Mexía, y acaudillando al pueblo sofoca el desmán. Esos leales sorprenden en su casa a Benialbo y le dan muerte. Por su parte, Suárez Mexía, "tomando una alabarda del cuerpo de guardia que tenían los tiranos, diciendo biba el Rey, dió con ella heridas de muerte a uno de los tres Capitanes tiranos llamado Diego de Leiva; y luego puso un paño en la alabarda por vandera, y apellidando la boz de Su Magestad, sacó al Teniente (Simón Jaques) que estaba en la prisión, haciéndole dar una bara de justicia y, diciéndole que no tubiese temor le sacó a la plaza, adonde por otro cabo vino el General por ellos nombrados, Cristóbal de Arébalo, y hiriendo y matando a los tiranos se rrestauró la ciudad de Su Magestad, y bolbieron las baras de sus justicias" - cual se lee en los fundamentos de aquella escritura de encomienda que le otorgó Lerma a mi recordado combatiente.
      Además de Benialbo y Leiva - este ultimado a alabardazos por mi lejano abuelo - los "mancebos" Romero, Gallegos y Ruiz pagaron con sus vidas aquella aventura política. Solo Mosquera y Villalta pudieron escapar a Córdoba y de allí a Santiago del Estero, donde capturados por Hernando de Lerma - sucesor de Abreu - terminaron ahorcados en la plaza de la ciudad.

      Otras jornadas descubridoras y los servicios públicos de mi antepasado

      Años atrás, el protagonista de esta historia había acompañado a Abreu en la expedición al fabuloso país de los Césares, cuya fracasada empresa dejó por saldo una desilusión más. Así lo declaró, en la probanza de méritos y servicios de Alonso de la Cámara, el propio "Antonio Xuárez Mexía", quien dijo que aquel "fue con el dicho Governador Gonzalo de Abreu al descubrimiento de Linlín o de los Césares ... e se bolbieron de quarenta leguas más o menos desta ciudad (Córdoba) ... y esto lo sabe y esto declara porque fue uno de los que fueron a la dicha jornada este testigo".
      Y cuando a principios de 1580 Alonso de la Cámara salió de Córdoba para Santa Fé a embarcarse rumbo a España, con poderes del Cabildo cordobés, a fin de solicitar mercedes para su ciudad, Antonio Suárez Mexía acompañó al Procurador viajero. Y como llegados al puerto el navío había zarpado, "este testigo y otros soldados - dice don Antonio - le llevaron al dicho don Alonso en una balsa por el rrío, a dar alcance al dicho navío". Tras de esto, ocurrió aquel "motín de los mancebos"; y la presencia de Suárez Mexía entonces, en Santa Fé, se debió a la circunstancia de haberlo acompañado hasta allí a su amigo y futuro consuegro De la Cámara.
      El 19-I-1583 fondearon en el puerto de Buenos Aires, procedentes de España, los barcos de la flota de Diego Florez Valdés, con Alonso de Sotomayor, nombrado Gobernador y Capitán General de Chile, quien al frente de una fuerza militar se disponía a cruzar las pampas y luego los Andes, en pos de su destino. De esa hueste era Maestre de Campo Luis de Sotomayor - Caballero de Santiago, hermano primogénito de Alonso, que tenía a su cargo directo la traslasión, al país ultracordillerano, de los 600 hombres y 6 piezas de artillería integrantes de la expedición.
      Una vez desembarcado Alonso de Sotomayor en Buenos Aires, Antonio Suárez Mexía "le escribió una carta (desde Córodba) para que no pasase la gente que traía, de la fortaleza de Gaboto (antiguo Fuerte Sancti Spiritus, ubicado en la margen izquierda del río Carcarañá, en su confluencia con el que hoy se llama Coronda), hasta quél fuese a encaminarla para la ciudad de Mendoza". Esto se realizó después por Suárez Mexía, "llevando consigo cinco soldados a su costa, e veinte cavallos, e una carreta cargada toda de bastimentos para la dicha gente. Y fue a la dicha fortaleza de Gaboto, donde guió a Don Luis de Sotomayor, hermano de dicho Gobernador, y a toda la gente del dicho campo, hasta donde bino gente de la ciudad de Mendoza, que es de la gobernación de Chile" - como expresa el antedicho título de encomienda de mi antepasado.
      En la probanza de servicios prestados por la ciudad de Córdoba, que llevó otro antepasado mío, Hernán Mexía Mirabal a la corte madrileña para pedir mercedes al Rey, documento levantado en aquella ciudad el 25-XI-1589, ante el Teniente de Gobernador Antonio Fernández de Velasco y el Escribano Juan Nieto, el testigo Andrés Pajón dijo haber oído decir "a Miguel de Moxica y a Antonio Xuárez Mexía", como descubrieron desde Córdoba el camino a Chile, "con mucha costa de sus haziendas y rriesgos de sus vidas".
      Igualmente en la misma probanza consta que los vecinos cordobeses, "a costa de sus haziendas y vidas", llegaron a descubrir el camino "de Córdoba a Chile y de Buenos Aires a la fortaleza que dicen de Gaboto, que esta en el Río de la Plata"; y que Sotomayor y los acompañantes que le ayudaron a abrirse camino, en el trayecto hacia Mendoza "pasaron mucho travajo con los naturales, por averles resistido y tenido guaçavaras".
      En otra Información anterior sobre los méritos de Alonso de la Cámara, sustanciada el 29-X-1588 ante el Alcalde cordobés Antonio de Alfaro y el Escribano Juan Nieto, el testigo Antonio Suárez Mexía "dixo que es de edad de quartenta e seis años, más o menos" - luego vino al mundo por 1542; y continuó diciendo que él "salió desta ciudad (Córdoba) para la fortaleza de Gaboto con seis soldados, adonde halló a don Luis de Sotomayor con toda la gente que benían de España, y bió las carretas que avían traído de Buenos Ayres hasta allí, y en ellas trajeron armas de artillería y municiones ... las cuales llevaron hasta la ciudad de Mendoça".
      Cabe agregar que el personaje que me ocupa fué dirigente vecinal en Córdoba, donde ejerció todos estos "empleos de República"; Regidor en 1584, 86,88,90,93,96 y 1607; Alférez Real en 1586; Procurador General en 1591, 92 y 1602; Alcalde de la Santa Hermandad en 1593 y Alcalde ordinario de 2º voto en 1601.

      Propiedades inmuebles de mi pretérito ascendiente

      Además de aquella encomienda con que lo agraciara el Gobernador Lerma sobre los pueblos indios de Tulián y sus anexos - cuyo título protocolizaba los méritos y servicios del "hijodalgo" Antonio Suárez Mexía - el Teniente de Gobernador de Córdoba, Juan de Burgos, a nombre se Su Magestad, le otorgó a aquel las siguientes mercedes territoriales:
      1º) El 9-X-1584, "unos pedazos de tierra questán siete leguas desde la ciudad, poco más o menos, Río abajo de Sant Juan, que fueron de los Indios de Suquía, que al presente están despobladas". Tales tierras comprendían "media legua de la parte del río y otra media a la otra parte ... desde el Estanque y mojón de las tierras que tiene por merced el General Lorenzo Suárez de Figueroa, para abajo, todo lo que estubiere baco, hasta el mojón de los indios de Localino de la encomienda de Miguel de Moxica".
      2º) El 5-V-1585, unas tierras vacas que pertenecían a los indios del Río Tercero, a ambas partes del río, de la encomienda del General Lorenzo Suárez de Figueroa; "las quales dichas tierras partan por iguales partes", Figueroa y mi añejo abuelo.
      3º) En igual fecha otro pedazo de tierra "en las cabezadas del terzer rrío, por el camino rreal desta ciudad, que va para los rreinos de Chile, donde el rrío haze un salto por unas peñas, donde hizo dormida el Governador Gonzalo de Abreu quando fue a Trapalanda, con una legua a la redonda.
      4º) En el mismo día, para don Alonso "e sus herederos y subsesores", el dominio de "una quadra en la terzera o quarta suerte de las quadras que están rrepartidas a los vecinos desta dicha ciudad".
      En la traza "definitiva de 1577" de la ciudad de Córdoba, figura "Antonio Xuárez como adjudicatario de un solar en la esquina N.O. que actualmente forman las calles 25 de Mayo y Rivadavia; cuyo costado Este lindaba con Juan Peralta y el del Sud con Alonso Gómez de la Cámara. Sin embargo, el solar edificado que poesía Suárez Mexía en esa ciudad, entre los años 1577 a 1587, lo ubicó el historiador Carlos Luque Colombres, en la esquina S.E. de las actuales calles de Buenos Aires y Entre Ríos; lindando por el costado N.O. con solar de Lorenzo Suárez de Figueroa y por el S.E. con Miguel de Ardiles.

      Fin del personaje; su esposa y los numerosos herederos de su fama

      Antonio Suárez Mexía hizo testamento el 26-X-1603, pero recién la tierra recogió sus despojos después de 1607, año en que aparece como Regidor. Habíase casado con Mariana Chavero - supongo que en Santiago del Estero, probablemente hacia 1579, a la vuelta de su quimérica y fracasada excursión, con el Gobernador Abreu, a la región de los Césares. Era doña Mariana hija del veterano conquistador Alonso Abad y de su mujer Ana de Astudillo y Chavero (ver el apellido Abad).

  • Fuentes 
    1. [S112] Ibarguren Aguirre, Carlos Federico, Los Antepasados, A lo largo y mas alla de la Historia Argentina, (Trabajo inedito), Tomo VII, Los Cabrera (Confiabilidad: 3).