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- Constructor, dueño del ex Hotel Sisti de Rosario de la Frontera Salta. En 1920 fue el primer Intendente Municipal, por el partido Radical, de Rosario de la Frontera, Salta.
En 1924 el gobernador de Salta don Adolfo Güemes informó al presidente del Concejo Municipal don Carlos Sisti que el presidente de la nación Dr. Marcelo Torcuato de Alvear firmó el decreto aprobando el convenio con la provincia sobre la construcción de obras de agua potable en Rosario de la Frontera.
El recordado Hotel Sisti (o "Sisti Hotel") fue construido por el alarife don Carlos Sisti, ex intendente municipal, en la década de 1920. Se situaba sobre calle 20 de febrero entre las calles Güemes por el norte y Salta por el sur, frente a la plaza ?Centenario?, hoy Plazoleta Güemes, contigua a la estación de trenes inaugurada el 23 de noviembre de 1885.
Su proximidad a la estación de ferrocarril transformó al Hotel Sisti en el lugar de alojamiento preferido de los pasajeros del tren y de otros viajantes que circulaban por ruta, aunque cerca de allí se hallaba el Hotel y Residencial Elvira, propiedad de la familia Cantón.
Por aquellos años la calle principal del pueblo era la Salta por su conexión directa con la estación de ferrocarril. Sobre esta arteria, cerca del Hotel Sisti, se encontraba ubicado el negocio más grande del Rosario, un almacén de ramos generales propiedad de don Juan Rovaletti.
El salón comedor de este hotel, después del famoso Hoter Termas, fue el punto de encuentro de las personalidades de la localidad. Allí se llevaron a cabo reuniones sociales, políticas y artísticas, memorables almuerzos y cenas tuvieron lugar allí.
Entre otras personalidades, en el Hotel Sisti estuvieron la genial artista Lola Mora en 1927, cuando se estableció en la zona para buscar petróleo en la finca Las Bateas (ladera Este del cerro Termas), el joven médico Ernesto Che Guevara a principios del año 1950 cuando recorría el país en una bicicleta con motor y el ex Presidente de la Nación Roberto Marcelino Ortiz (1938-1942) que vino en vehículo automotor por ruta.
En el Hotel Sisti no sólo se podía dormir sino también desayunar, almorzar, merendar y cenar ricos platos, pues tuvo un servicio de gastronomía de lujo. Inclusive contó con un biógrafo, es decir un pequeño cine en la década del 40, años antes de construirse el Cine Teatro Güemes.
Por deudas de los herederos descendientes de los primeros propietarios, el edificio del hotel Sisti fue rematado a fines de la década de 1990, estuvo completamente en ruinas durante 10 años, luego se demolió parte de su interior conservándose su fachada. Hoy funciona aquí el boliche bailable.
Carlos Jesús Maita [2]
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