Notas |
- Nació en la villa Santa María de Alesanco, del obispado de Mondenedo, el día 6 de julio de 1778, y muy joven aún partió a América, estableciéndose en Corrientes a fines del siglo XVIII. Le recomendaban educación no vulgar y prendas morales que lucieron en él, toda la vida y se transmitieron a sus descendientes, todo ellos ciudadanos, cuyos nombres han quedado ligados a la historia de la Provincia, como gobernadores de ella tres, Gregorio, José y Juan Vicente y como mártir de la Libertad Argentina uno, Fernando, muerto gloriosamente en Arroyo Grande, al frente de la División Saladas.
Escribe en un diario personal para: "El 18 de febrero, de este año de 1805, a las 8 de la noche; yo Don Fermín Félix Pampín, hijo legítimo de Marcos Pampín y de Dña. Francisca de La Badilla, natural de la villa de Santa María de Alesanco, Provincia de La Rioja, en el Reyno de Castilla la Vieja; contraje matrimonio con Dña María Josefa de Goytía; hija legítima de Dn. Vicente de Goytía y de Dña María Gregoria Casajús y Bolaños, esta natural y vecinos de esta ciudad de Corrientes. Nos desposó, con dispensas de todas las amonestaciones, el cura y vicario Doctor en ambos derechos Dn. Juan Francisco de Castro y Careaga; sirvieron de padrinos Dn. Miguel Ferragut y su mujer Dña Marías de la Paz Barberán, en cuya casa estaba yo hospedado antes de casarme; y se nos dsposó en la sala de la casa del padre de la novia."
Coleccionista infatigable de periódicos, bandos y documentos. No se contentaba con guardarlos cronológicamente, sino que en los mismos aparecen anotaciones, de sus propias opiniones sobre los hechos en sí mismo o conexos.
Su visión de la realidad y la futura importancia de los hechos que era testigo, daba origen a una memorias o crónicas, las que encuadernaba y decoraba con toda prolijidad. Así su primer escrito, da una detallada descripción de las fiestas realizadas en la ciudad de Corrientes, con motivo de la jura que se hizo en la misma, de fidelidad a Dn. Fernando VII, rey de España, en la cual tuvo activa participación. En las mismas muestra con gran frescura los festejos y descripción de costumbres y de la ciudad de principios del siglo XIX.
Cuando Corrientes pasó, no por elección voluntaria, a la esfera de influencia del caudillo oriental el Supremo Protector General Don José Artigas, se decretó por bando la expatriación de los "europeos españoles" en el término de 24 horas, se alejó de su familia y pasó al Paraguay viajando por el sur de su territorio, en espera de poder regresar. En una pequeña libreta llevaba con todo detalle, las peripecias diarias, mas una descripción de las iglesias que iba visitando, con el detalle de sus medidas y todo. El mismo termina cuando vuelve a reunirse en su regreso con su familia en San Cosme de las Ensenadas, donde el cura Juan Nepomuceno Goytía, que era su cuñado organizó el encuentro antes de llagar a la ciudad. Este actor y testigo también de hechos, fue fuente de la que se nutría, Don Fermín Pampín.
Completan las Memorias, la titulada Artículo Proemial; con el relato sucinto de los hechos acaecidos en Corrientes desde 1839 hasta Caseros, la época heroica de este pueblo en su lucha por la unidad argentina, basada en una constitución federativa, bajo el lema, que aún conserva su bandera: "Patria, Libertad y Constitución".
Un diario para uso familiar, recopilación, de todos los hechos familiares, nacimientos, bautismos, enfermedades y todo lo relacionado a la intimidad de la casa, pues recopila no solo los de su familia sino los del personal. Completado con una selección de cartas y documentos, de sus hijos encuadernadas a veces y agregada su crónica de los hechos, los Almanaques anuales, algunos, no conseguidos y copiados a mano, con anotaciones sociales de sucedidos importantes en la ciudad, siempre con su opinión si le cabía y mucho sarcasmo.
Coautor de proyectos constitucionales, lo demuestran como un Republicano infatigable, por adopción y pasión. Hombre ordenado de ideas claras lo llevaron a la cartera de hacienda, a cargo del Tribunal de Presas, en las gobernaciones de Don Pedro Ferré, quien en 1835 le otorga la carta de ciudadanía Correntina, por méritos suficientes y sobrados a la causa del país, dice en sus considerandos.
Fuente: Diego Mantilla
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