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- JUAN MARTÍNEZ DE IRIARTE RAMÍREZ DE MONTALVO, o Juan Martínez de Marte "el Mozo", nació por 1617. Fue vecino de San Miguel de Tucumán, y en esta ciudad, el 20-IX-1641, las vísperas de su casamiento, protocolizó una obligación de pago a favor del Convento de Santa Catalina de Sena en Córdoba, mediante escritura otorgada ante Juan Ceballos Morales, al no haber Escribano público. Poco después nuestro personaje se traslada a San Salvador de Jujuy para contraer matrimonio con Ana de Yanci Aragañaraz y Murguía, hija del Tesorero de la Real Hacienda de Jujuy Juan de Yanci o Yanci Ubilla, y de su esposa Isabel de Argañaraz y Murguía.
Fue mi lejano abuelo, al igual que su padre, "hombre de armas llevar"
Como Maestre de Campo Martínez de triarte tomó parte en la guerra calchaquí (1659) y luego en la del Chaco (1665). Así recomendó sus importantes servicios, el 20-XH-1669, el Gobernador del Tucumán Alonso Mercado de Villacorta a la Reina madre Mariana de Austria - Regente, a la sazón, por su hijo el niño Carlos U; "El Maestre de Campo Juan Martínez de Iriarte, feudatario de San Miguel de Tucumán, es uno de los Cabos más señalados en la continuación de tomar las armas y de ser empleado en oficios, y así se halló con una compañía de caballos en la conquista de Calchaquí y campaña del 59, y para la siguiente del 65. Siendo forzoso dejar persona de gran satisfacción en la plaza y frontera de Esteco, por la contingencia de su guerra viva pendiente, se hizo en él la elección con nombramiento de los cargos de Lugarteniente, Justicia Mayor y Capitán a guerra de la ciudad, y de Maestre de Campo del Presidio y de dicha frontera, los cuales ha servido - como al presente continúa - con acierto y dictamen al disponer con mucho gasto propio y con notoria conveniencia del Real servicio. Y es mérito adquirido muy especial haber preso y hecho justicia en Salta, siendo en ella Lugarteniente el año pasado de 64, de un hijo de don Pedro Bohorquez, que venía enviado por él a la sedición de los Calchaquíes; y en cuanto al particular de la recompensa, recibió la tercera vida de la corta encomienda que tiene, y la confirmación que se le despachó; y se ha hecho también merced a un hijo suyo de la mitad de los Tolombones, indios desnaturalizados de la conquista".
En efecto; después del levantamiento de los Calchaquíes, que encabezó el andaluz y falso Inca Pedro Bohorquez - de cuya sublevación trato en el capítulo dedicado al linaje de Frías Sandoval -, estando Bohorquez encarcelado en Lima, desde su calabozo se ingenió para despachar a los valles sáltenos a uno de sus hijos; el bastardo Francisco Medina Bohorquez, quien en Cachi, en 1664, se puso al habla con el cacique Bartolomé, instándolo a rebelarse. Pero el conspirador fue denunciado por ese jefe aborigen al Teniente de Gobernador de Salta, que lo era entonces Juan Martínez de Iriarte, el cual detuvo al vastago del apócrifo heredero de Yupanqui, llevólo preso a Salta y allí, previa confesión de su intento revoltoso, terminó ahorcado.
Por otra parte, el Gobernador Mercado y Villacorta había resuelto establecer un fuerte en la frontera de Esteco, cuya ciudad y población sufrían continuos ataques de los indios "mocobíes, frentones y pelichocos". Al efecto levantó dicho reducto militar que llamó "San Carlos", destacando ahí una guarnición de 30 o 40 soldados, que puso bajo el comando del Maestre de Campo Juan Martínez de Iriarte - nombrado asimismo Teniente de Gobernador de la ciudad de Nuestra Señora de Talavera -, a quien secundaba el Sargento Mayor Francisco de Olea.
Al poco tiempo, sin embargo, la guarnición del fortín (según escribió el 23-VI-1666 el Gobernador Mercado Villacorta), por falta de recursos quedó reducida a 16 hombres; "gente miserable y desnuda, por no haber plata con que hacer ningunos socorros". Tal situación de "desconveniencia" dejaba al Maestre de Campo Martínez de Marte en la imposibilidad "de sustentarse, como lo ha hecho hasta aquí en la frontera, y le ha puesto en la apretada instancia de la licencia para retirarse que me pide - expresa Mercado Villacorta -, en que también porfía su Sargento Mayor Francisco de Olea".
El ahinco guerrero se recompensa con provechosas encomiendas
Su esforzada actuación en la campaña calchaquí, habíale valido a mi antepasado - con el calificativo de "benemérito" -, la merced de una encomienda de 65 indios "tolombones". Estos, junto con los "hualfines", fueron desnaturalizados por el Gobernador Mercado y Villacorta al finalizar la guerra con Bohorquez, y de sus reductos inexpugnables, enclavados sobre un afluente del río Guasamayo, que cae al río calchaquí por Angastaco, se los extrañó y redujo del otro lado de sus cumbres nativas, en el valle de Choromoros, cerca de Talavera de Esteco, para que "mitaran" (trabajaran por turno) en el fortín chaqueño de Balbuena, bajo la responsabilidad del encomendero Juan Martínez de Marte.
Igualmente a los "acalianes" se los desterró, remitiéndolos desde el valle de Yocavil, en Catamarca, a Esteco, pero se sublevaron. Doscientas sesenta familias de los "quilmes" destináronse a Buenos Aires, a la reducción - hoy populosa ciudad - de su nombre. Lo mismo resultaron repartidos como botín de guerra los "luracataos", encomendados al General Agustín Martínez de Marte (propio hermano de Juan y remoto abuelo mío, del cual trato mas adelante); y entre varios Capitanes españoles de los tercios de La Rioja, Londres, Córdoba y Catamarca, se distribuyeron los siguientes pueblos calchaquíes; "colalaos", "cafayates", "zamalamaos", "animanás", "chuchugastas", "anguingastas", "taquigastas", "pompomas", "sichigastas" e "ingamanás".
En 1667 Juan Martínez de Marte solicitaba al Consejo de Indias, desde Salta, la confirmación de esa encomienda de indios "tolombones"; solicitud que el interesado reiteró en 1674. Empero la confirmación requerida solo se concretó por Real Cédula fechada en Madrid el l-IJJ-1686, cuando don Juan ya había muerto, de manera que el feudo de Tolombón quedó para su hijo, Pedro Martínez de Marte, quien debía gozarlo en primera vida, "en remuneración de los señalados servicios del dicho su padre".
Tal encomienda de "tolombones desnaturalizados" disfrutada por mi antepasado, ubicábase - como se dijo - en el valle de Choromoros que pertenecía entonces a la jurisdicción de San Miguel de Tucumán. Así las cosas, el 4-V-1680 el Procurador cabildeño local Pedro Gaicano de Villavicencio, propuso al Ayuntamiento obligara a los feudatarios del distrito, a mantener en la ciudad tucumana "casa poblada", con caballos y armas, para, en caso necesario, sobrellevar pronta ayuda militar en servicio de Su Majestad el Rey; denunciando que faltaban entonces de la ciudad los siguientes encomenderos; Maestre de Campo Pedro Martínez de Pastrana; Maestre de Campo Juan Martínez de Marte y su hijo; Capitán Francisco Luna; Capitán Melchor Díaz; Capitán Sebastián Pérez del Hoyo; Alférez Francisco Narbaes; el heredero de Joseph Montoya; otro encomendero "de parte de los chuschagastas, que asiste en Salta"; el Capitán Juan Sánchez Zambrano; el Alférez Juan de "Almonacir"; "todos los susodichos besinos encomenderos de las mejores y mas cuantiosas encomiendas de esta siudad, los cuales tienen sus casas, mujeres, hijos y familia y asistensia continuada en diferentes siudades y lugares de esta provincia, sin tener en esta siudad, que es toda su besindad, casa poblada ni asistensia, ni escuderos que acudan por ellos". Exhortaba en consecuencia, el Procurador al Cabildo, "les compela a dichos encomenderos acudan a su besindad, y se pueblen con sus casas, edificándolas en esta siudad, o que pierdan sus encomiendas, para que se den a otros beneméritos, pues con ese cargo se les basen las mersedes de tener casa poblada y asistir en la siudad de su besindad".
Juan Martínez de Iriarte "asistía" en aquel tiempo no en Tucumán sino en Salta, con casa propia, mujer, hijos y familia, en cuya ciudad volvió a desempeñar, en 1682, el importante cargo de Teniente Gobernador, Justicia Mayor y Capitán a Guerra.
En aquella solicitud suya del año 1674, nuestro personaje, luego de enumerar sus servicios y los gastos hechos "a mucha costa de su caudal" en 1665, para mantener en "favorable estado" a la ciudad de Esteco donde se desempeñaba como "Lugarteniente de Justicia Mayor y Capitán a guerra", alegó que merece asimismo se le recompense en mérito de los "servicios de dicha su casa por ambas líneas". Seguidamente hace relación (transcribo con ortografía moderna) "que es hijo legítimo del Capitán Juan Martínez de Iriarte, natural de los Reinos de España, en el Señorío de Vizcaya (por decir el país vasco), "quien habiendo servido a Su Majestad en la armada real, vino a estas provincias y tomó estado en ellas, empleado por los Señores Gobernadores en cargos y oficios; ocupando en diferentes ocasiones y tiempos, los de Lugarteniente de Justicia Mayor y Capitán a guerra de dichas ciudades de San Miguel de Tucumán y de Salta, y el expuesto de Teniente General de esta dicha Provincia, con asistencia en la ciudad de Córdoba; como también sirvió de Capitán de Caballos en el primer levantamiento de dichos indios calchaquíes, y gobierno del Señor don Felipe de Albornoz; siendo de los más asistentes a tomar las armas en defensa de dicha ciudad de San Miguel de Tucumán y su jurisdicción, la más molesta de dichos enemigos, y en cuya guerra bajan con furor y mucho número de gentío rebelde, a saquear y robar el distrito. Y dicho Capitán Juan Martínez de Iriarte, padre de dicho Maestre de Campo, de los primeros a oponerse a dicha invasión, fue muerto por dichos indios enemigos, dejando al susodicho y a los demás hermanos en suma pobreza, por los gastos hechos con dichas armas y pérdidas y daños recibidos ... Y así mismo pertenece este derecho de alegar dichos méritos, a doña Ana Ramírez de Montalvo, madre de dicho Maestre de Campo, por su calidad y nobleza notoria, como descendiente (era sobrina nieta) "que fue del Señor Gobernador Juan Ramírez de Velasco, fundador de la ciudad de La Rioja en esa dicha provincia, y de los primeros conquistadores y pobladores suyos. A cuya calidad, propone dicho Maestre de Campo, que corresponde asimismo la de doña Ana de Yanci Argañaraz y Murguía, su legítima mujer, y madre también legítima de dicho Pedro Martínez de Iriarte su hijo, por ser la susodicha hija del Capitán Juan de Yanci y de doña Isabel de Argañaraz y Murguía, su legítima mujer, y nieta del General don Francisco de Argañaraz y Murguía, quien conquistó y pobló a su costa dicha ciudad de Jujuy, sujetando a fuerza de armas los indios enemigos de sus contornos. Personas todas nobles y beneméritas, y reconocidas y tenidas por tales en la extensión general de estas provincias".
Y el Maestre de Campo Juan Martínez de Iriarte Ramírez de Montalvo, párrafos más adelante, concluye esta "alegación de méritos y servicios ... sobre el notorio fundamento de la sangre vertida suya y de dicho su padre y de los demás predecesores ... pidiendo en recompensa y por merced y encomienda Real para dicho su hijo Pedro Martínez de Iriarte, dichos indios y pueblo de tolombones desnaturalizados", en el valle de Choromoros, entonces perteneciente a San Miguel de Tucumán.
El hombre, siendo Teniente de Gobernador de Salta, debió de morir por enero o febrero del año 1682, puesto que corridos esos meses, el Gobernador Díaz de Andino encomendó la mitad del pueblo de Tolombón en cabeza de su hijo Pedro, dándole a éste la posesión provisoria, el 22-IV-1682, el nuevo Teniente de gobernador salteño Tomás de Escobar Castellanos, otro de mis antepasados.
por Carlos F. Ibarguren
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1617 - 1682 (65 años)
f. 1634 (Edad 57 años) 
