Notas |
- ALONSO AGREDA DE VERGARA nació en Sevilla hacia 1579, y por los años de 1590 a 1595, junto con sus hermanos Juan, Bartolomé y Miguel Gerónimo, desde algún puerto andaluz, se hizo a la vela dispuesto a correr la aventura americana. Atravesado el anchuroso océano, los animosos jóvenes desembarcaron en "Nombre de Dios" - Panamá -, y desde allí por mar y tierra dirigiéronse a Lima, y después al Cuzco, para alcanzar finalmente la opulenta ciudad de Potosí. Aquí Juan, el primogénito, y su hermano Miguel Gerónimo se separan de Alonso y de Bartolomé, y encaminan sus pasos a Esteco, en Salta del Tucumán. Alonso entretanto, permanece en la Imperial Villa donde desempeña "cargos y officios onrrosos tocantes al real servicio" y se casa con una criolla lugareña; Juana Gamiz, del linaje de conquistadores, hija de Domingo de los Santos y de Ana Gamiz. Posteriormente el hombre abandona las alturas potosinas - llamado, sin duda, por su hermano Juan, quien desde 1605 habíase radicado en Buenos Aires - decidido a tentar fortuna en el lejano y modestísimo puerto rioplatense, al que arribó por 1614 con toda su familia.Juan de Vergara - lo detallare después - encabezaba en la ciudad porteña un influyente consorcio mercantil - suerte de trust capitalista político - formado por el Tesorero de la Real Hacienda Simón de Valdés, por Diego de Vega, judío lusitano contrabandista y negrero, por Mateo Leal de Ayala, funcionario desleal que llegó a ocupar la tenencia de la gobernación, y por otros vecinos encumbrados. Durante esos años, Vergara y sus compinches logran hacer abrir el puerto al comercio prohibido, sin perjuicio de cometer al mismo tiempo toda clase de fraudes aduaneros. Y es en tales circunstancias, cuando Alonso Agreda de Vergara, al avecindarse en nuestra ciudad, se vincula a las combinaciones y negociados de su dinámico e inescrupuloso hermano mayor.Pero en eso el incorruptible Hernandarias asume, por segunda vez, el mando de la provincia. Procesa a los contrabandistas y los mete presos. Juan de Vergara entonces - antes de ser enviado al Perú para su juzgamiento - le confiere poder, el 31-V-1615, a su hermano Alonso, a fin de que recusara a Hernandarias como Juez investigador; lo mismo que a estos testigos del proceso; el Escribano Remón; y mis ancestros; Cristóbal Naharro, como suegro de dicho Remón, "que me tiene (dice Juan de Vergara en el poder) odio y enemiga"; y Juan Rodríguez Quintero, cuñado de Remón, "y que me tiene ansí mesmo la dicha enemiga"; y Pedro Gutiérrez, "que está casado con tía de la mujer del dicho Cristóbal Remón, y me tiene la misma enemiga, porque siendo el tal alcalde hordinario, en cierta ocasión le prendí y puse en al cárcel con prisiones y le quité la espada y le tube preso algunos días, y ha publicado y dicho qués mi enemigo, y lo ha de zer siempre, y me ha de perseguir".Un año después el Cabildo designó a Agreda de Vergara - junto con el Licenciado Sánchez de Ojeda, y Enrique Enríquez, Francisco Manzanares y mi antecesor Jerónimo Medrano (laderos todos del "vergarismo") - apoderado de la ciudad ante el Virrey y la Audiencia, a objeto de gestionar, en el Alto y Bajo Perú, las "permisiones" de comercio y otras ventajas económicas a que aspiraban los traficantes bonaerenses. La credencial apropiada se firmó el 12-IV-1616, mas como el Ayuntamiento no estaba en condiciones de pagar esos viajes, ni ninguno de los apoderados poseía "caudal para poder ir", dichos nombramientos, formalmente asentados en el acta capitular, quedaron sin efecto.En junio de 1619, el Gobernador Góngora nombró a mi antepasado "Capitán de Caballos Lanças", "atento a que bos Alonso Agreda de Bergara sois bezino de esta ciudad y me consta que sois hijodalgo y que habeis servido en el dicho Puerto y en las demás partes y lugares de los Reynos del Pirú, donde aveis estado a vuestra costa y minción ... y en la villa de Potosí tubiste cargos y oficios onrrosos tocantes al real servicio".También, por esas fechas, figura nombrado, el susodicho Capitán, Procurador de la ciudad. En tal carácter fue comisionado por el Cabildo a fin de que formulara el capítulo de cargos que debían fundamentar el juicio de residencia de Hernandarias, prohijado por sus enemigos. Dicha designación no podía ser más arbitraria, ya que, poco antes, "Alonso de Vergara" y el Alguacil de la cárcel habían violado de noche, espectacularmente, el domicilio del ínclito rival, so pretexto de buscar allí al Escribano Alonso de León, que entendía en el proceso de contrabando suscitado contra la banda vergarista. Nuestro Alonso, en tal ocasión, se llegó hasta el mismo aposento del ex mandatario criollo, diciendo que "León estaba en casa de Hernandarias quitando y poniendo papeles y haziendo falsedades en los autos de pesquissa, para destruir los hombres y quitarles las honras y haziendas". Y muchas personas le oyeron vociferar: "boto a dios que es Hernandarias traydor a dios y al rrey, y avía de estar su cassa arada de sal!". Por los demás, al deponer como testigo, el 27-XI-1619, en las actuaciones aludidas, "Alonso Agreda de Vergara, Juez de bienes de difuntos y Capitán de esta Ciudad", dijo ser "de edad de más de 40 años, poco más o menos".Como su hermano Juan, Alonso tenía muy mal carácter y no se recataba en disimularlo. Miguel de Rivadeneyra (lejano abuelo mío) declaró en una información (2-VIII-1628), que aquel era "hombre soberbio y de mala disistion", pues como Oficial Real recaudador del fisco, en 1623, topóse en el Puerto con el Alcalde Hernando Suárez Maldonado (mi abuelo remoto) y al discutir sobre las atribuciones de cada cual en el derecho de visita, "Alonso Vergara le dijo al dicho Alcalde que era borracho y loco y ladrón y otras razones deste tono que dieron escándalo a los oyentes".A más de Oficial Real, Agreda de Vergara resultó electo Alférez Real por el Cabildo el año 1624; así como en 1625 el Obispo Carranza (sevillano de nacimiento y primo de los Vergara) le designó Familiar del Santo Oficio. Y en tanto su hermano Juan - como veremos al final de este capítulo - seguía su azaroso destino en el primer plano de la historia económica y política de Buenos Aires, mi distante antecesor, ya en la madurez de sus 56 años, sistematizó su vida dentro de una profesión tranquila, honorable y circunspecta; la de Notario Público. En efecto; el 5-VII-1629 ingresó al Cabildo como actuario de dicha corporación, en reemplazo de Pedro de la Poveda que había fallecido; y su título de "Escribano de Registro y Hacienda Real" le fue otorgado el día anterior por el Gobernador Céspedes; ante el cual y los Alcaldes y el Alférez Real juró, "por Dios y una crus, en forma de derecho, de que usará los dichos oficios y cada uno dellos bien y fielmente, a su leal saber y entender, como deve y es obligado, guardando el secreto de los Cavildos, conforme a las leyes Reales".Dos años después, en 1631, el Rey ordenaba lo siguiente: "Por hacer bien y merced a vos, Alonso Agreda Vergara, acatando vuestra fidelidad y sufisiencia y lo que me aveis servido - decían los considerandos de Felipe IV expuestos en el título respectivo -, es mi voluntad que agora y de aquí en adelante, para toda vuestra bida, seais mi escribano mayor de gobernación de la ciudad de la trinidad de las provincias del rrio de la plata". También, al poco tiempo, nuestro hombre sería "Escribano de Hermandad y de Bienes de Difuntos", en sustitución de Pablo Núñez de Vitoria, que estaba preso.Así, durante un lapso ininterrumpido de 17 años (1629 a 1646) Agreda de Vergara ejerció su ministerio de dador de la fé pública. En el registro y protocolos a su cargo, infinidad de escrituras particulares llevan su letra, su firma y su rúbrica; y en carácter de Escribano de la Gobernación, la mayoría de los documentos emanados del primer Mandatario de la Provincia se hallan refrendados por él; del propio modo que como actuario del Cabildo, don Alonso, "llevaba el Libro de los Acuerdos"; vale decir, que personalmente redactaba, escribía y autorizaba las respectivas actas capitulares, donde tantos hechos remotos se registran para la historia.Uno de esos testimonios nos entera, por ejemplo, que cuando desembarcó (13-XII-1640) el nuevo Gobernador venido de España, don Ventura de Mujica, este Caballero de Santiago ni siquiera pudo firmar la constancia de su mando, que le tenía preparada nuestro Notario, por llegar "enfermo, ympedido de la mano derecha" - una hemiplejia, quizás -; de manera que el paralítico apenas si alcanzó a balbucear el nombre de quien lo reemplazaría; Capitán Pedro Rojas de Acevedo. Sintiéndose morir, el desventurado don Ventura otorgó su testamento por ante Agreda de Vergara, el 6-I-1641; y 48 horas más tarde era cadáver. Tal defunción la certificó nuestro antepasado en el Libro de la ciudad, en estos términos; "lo vide difunto y aver pasado de esta vida, a lo que me parecía, y me hallé a su entierro, y lo vide enterrar en la yglesia de la compañía de Jesús en una sepoltura el cuerpo, de que doy fé".En cuanto al archivo donde Agreda guardaba sus protocolos y papeles, los cabildantes resolvieron, unánimes, el 12-II-1643, que para comodidad de "justicias y escrivanos", en una "sala del cavildo se cierre la puerta que sale de la dicha sala, y en el hueco della se pongan dichos papeles en orden, y se cierre con la puerta que el dicho aposento tiene, de manera que venga a servir de escritorio ... y lo que se gastase en la disposición del alhacena y cerradura necesaria, se gaste en los propios desta ciudad".Diré, de paso, que era el Cabildo quien estaba encargado de fiscalizar a los Escribanos en el ejercicio de su profesión; y que los títulos habilitantes para ejercerla, los daban el Rey o la Audiencia, los Virreyes o los Gobernadores, cuando no se adquirían, a menudo, en remate al mejor postor, pues era utilizado el precio de su venta como un recurso fiscal del Estado.El 26-VII-1646, Agreda de Vergara hizo entrega de la llave de la alacena en que archivaba los documentos a su sucesor, el Escribano Juan Antonio Calvo de Arroyo. A partir de esa fecha, el nombre de mi antepasado no aparece más como autorizante en las actas capitulares. Era ya viejo y le quedaba poco tiempo de vida. Murió en 1648, a los 71 años de edad. En 1644 estuvo muy enfermo, al punto de que cuando su colega Calvo llegó a "las cassas de su morada", de parte del Ayuntamiento, a notificarle que si no reanudaba sus tareas sería nombrado otro Notario en su lugar, un negro esclavo doméstico le dijo al visitante que el amo "estaba muy malo" y no podía oirlo; y como el diligente Calvo insistiera al día siguiente en ser recibido, otro negro le repitió que "no podía entrar por que (a don Alonso) lo estaban curando, y que no quería que entrase nadie".Había testado el 5-II-1643, y entre los bienes raíces que el causante poseyó y transmitió a sus herederos, consigno a "las cassas de su morada", edificadas en un solar urbano que no he podido localizar. Asimismo a dos fracciones de campo para estancia en el pago de la Magdalena. Una legua y media de frente y siete de fondo, que Agreda de Vergara compró el 21-I-1636 a Mateo Sánchez de Gatica del Castillejo. El frente de dicho campo podría ubicarse hoy en día - aproximadamente - sobre una línea de más de 7 kilómetros que corriera desde la Estación Buchanan y el campo "Los Tronquitos", en el Partido de La Plata, hasta la laguna y estancia en el Partido de Florencio Varela llamadas "Negrete"; y a su fondo, de 7 leguas, se prolongaría por el Partido de San Vicente hasta alcanzar los límites de Cañuelas. En aquellos tiempos dicha fracción limitaba; por su costado Sur, con tierras de Francisco Velázquez Menéndez - yerno de Agreda de Vergara - que también compró su propiedad a Sánchez de Gatica; y por el costado Norte, con mayor área del propio Gatica, que luego heredaron los jesuítas, y transmitieron su dominio a Luis de Pesoa, mediante una escritura de permuta.La otra fracción de estancia de la que fue dueño Agreda de Vergara, contigua a la anterior, la hubo por merced que le hizo el Gobernador Pedro Esteban Dávila, el 11-V-1634. Ubicábase su terreno entre las "cabezadas" de las "suertes" primitivas denominadas "Islas del Gato" e "Islas de las Palmas", en el pago de la Magdalena; pago que, a mediados del siglo XVIII, comprendía todos los campos extendidos desde el Riachuelo, el río de la Matanza y el "Gran Paraná" (Plata), hasta la ensenada y río de Samborombón ("San-bodombó" le decían los indios; y los españoles "Rincón de Todos los Santos").Además mi remoto abuelo poseyó una chacra en el pago de la Matanza, que lindaba con otras dos "suertes" de su hermano Juan de Vergara.
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