Notas |
- Jurisconsulto. Con motivo de la defensa de esta ciudad a raíz de la segunda invasión inglesa, su progenitor perdió la vida. Su, hermanos quedaron desamparado, y desprovistos de toda clase de recursos, por abandono y saqueo de los bienes, realizado por los invasores. Se promovió entonces una suscripción entre el clero, destinada a socorrer a cuatro de aquellas viudas, y para costear una carrera a sus hijos. Por otra parte, el Cabildo acordó otro, socorros y para conmemorar el primer aniversario del rechazo de la segunda invasión, se realizó el sorteo de referencia, el 3 de julio de 1808. Verificado en la plaza de la Victoria con toda la solemnidad que el acto requerla, resultó favorecido entre otros, el joven Alsina. Hizo sus estudios en Córdoba, en 1811. Recibió el titulo de maestro en artes, el 12 de diciembre de 1813, luego el grado de licenciado, en diciembre de 1815, y el de doctor en teología, el 17 de noviembre de 1816. De regreso a Buenos Aires estuvo al lado de su madre para prodigarle sus cuidados y protección. Más tarde, volvió a Córdoba para proseguir por su cuenta los estudios de jurisprudencia, llevando también a su hermano Valentin. Recibido en Derecho Civil, regresó a su ciudad natal, y en 1821, al inagurarse la Universidad de Buenos Aires. se incorporó a ella, como doctor en Teologia, en la Sala de Doctores. Poco después pasó a ejercer los cargos de escribano, receptor del Departamento de San Nicolás y comisario de policía en campaña. En el desempeño de este ultimo puesto, fue encargado por el jefe de policía. en marzo de 1823, de practicar todas las diligencias conducentes para el mejor esclarecimiento de un suceso ocurrido en la estancia del doctor Cayetano Escola, próxima al río de las Conchas. Según se deduce del proceso instaurado con motivo de la revolución encabezada por el doctor Gregorio Tagle, éste se había ocultado en la estancia para eludir la acción de la justicia; pero no pudo ser capturado, a pesar de todas las diligencias practicadas. Terminados sus dos años de práctica en la Academia y en el Tribunal, pasó en 1826 a la Universidad de Chuquisaca a continuar los estudios recibiéndose de abogado. Luego regresó a Buenos Aires. a fines del mismo año, se inscribió en la matricula del foro porteño. Luego se le nombró Juez de 1ra. Instancia en lo Civil y Criminal por el gobierno de Canelones, durante la administración de don Joaquín Suárez. A indicación de Riadavia se le extendió el nombramiento para los departamentos de Colonia. Santo Domingo de Soriano Payandú. En 1828, el gobierno delegado en Durazno le nombró fiscal general de la Provincia, después ministro fiscal del tribunal de apelaciones. El 2 de setiembre de 1829, fue designado agente fiscal letrado por Rondeau, v a fines de ese año juez letrado del crimen. El mismo tribunal de apelaciones del Estado Oriental lo nombró, el 18 de marzo de 1831, juez letrado en lo civil en reemplazo del doctor Joaquín Campana. Al perder su influjo el general Lavalleja, que fue quien le dio el primer puesto, Asina, en setiembre de 1832, resultó depuesto del empleo, y entonces, abrió en Montevideo su bufete de abogado. Se encargó en la vecina ciudad, en publicarle a su hermano algunos trabajos que salieron editados con pie de imprenta, como el famoso discurso sobre la pena de muerte, leido en la Academia de Jurisprudencia de Buenos Aires, hasta que volvió a esta ciudad, en agosto de 1834, a jercer la profesión. Al advenimiento de Rosas emigró al Uruguay, no sin antes haber estado preso en la cárcel pública. Lo hizo el 23 de enero de 1839, en que zarpó de San Fernando en una débil embarcación. Instalado en Montevideo fue nombrado, poco después, Relator del Tribunal de Justicia, cargo que desempeñó hasta noviembre de 1841. Formó parte en las filas de la Legión Argentina, y concurrió en los debates para la cruzada libertadora que iba a emprender el general Lavalle en 1839. Llamado por el gobernador Ferré pasó a Corrientes, y allí fue designado Asesor general y auditor de guerra, y en seguida Presidente de la Cámara de Justicia. que recién se creaba, por ley, cuya redacción le había sido encomendada, así como también, la del Reglamento provisorio de la administración de justicia y Reglamento para Escribanos, cuyos proyectos fueron sancionados por la Legislatura de la Provincia. Pudo concurrir asimismo, en carácter de secretario ad-hoc del gobernador Ferré, a la famosa entrevista de Paysandú, en octubre 13 de 1842, en la cual el general Fructuoso Rivera fue nombrado Director de la guerra, en reemplazo del general Paz. Al mismo tiempo se le encomendó por el gobierno correntino la redacción del periódico El Nacional Correntino, y desde 1843 a 1844, de El Republicano, ambos destinados a combatir la dictadura de Rosas. La caida del gobierno de Madariaga le impuso al doctor Alsina, la emigración al Paraguay con su familia, embargándoseles los muebles y su biblioteca. Como en el territorio paraguayo se procedía a la internación de los emigrados argentinos a parajes inhospitalarios, decidió trasladarse al Brasil, país en el que pasó grandes necesidades económicas hasta el extremo de tener que dedicarse al ejercicio de facendeiro ambulante de campaña. No pudiendo soportar todos esos inconvenientes se dirigió nuevamente a Montevideo con su familia, en 1849, salvándose de un naufragio a la entrada del Río de la Plata. Instalado en Montevideo abrió su bufete de abogado, colaborando en El Comercio del Plata, redactado por su hermano Valentín. A la caída de Rosas compuso en Montevideo un canto A la heroica regeneración del Plata, destinado a cantarse con la música del Himno Nacional Argentino. También compuso otra canción llamada Canción a la Jura de la Constitución Nacional, que mereció del general Mitre una conceptuosa carta. Después de Caseros, se trasladó a Buenos Aires, Juego de 14 años de ausencia. Secundó a su hermano Valcntín en el movimiento del 11 de septiembre de 1852, en el que prestó todo el concurso de su abnegación y firmeza. Abrió más tarde, su estudio de abogado. Fue llamado luego a ejercer el cargo de Auditor de Guerra y Marina. No obstante desempeñar ese puesto con la jerarquía de teniente coronel, concurrió a la defensa de Buenos Aires al ser sitiada la ciudad por el ejército del coronel Hilarlo Lagos, primero, y del general Urquiza, después. Concurrió Alsina entre los primeros como voluntario, y ascendió a la jerarquía de subteniente, hasta que formando el tribunal militar, presidido por el general José Matias Zapiola para jugar a los traidores, ocupó en él, el puesto que le correspondía en su carácter de Auditor de Guerra y Marina. Restablecida la paz, el doctor Alsina continuó desempeñando aquellas funciones hasta el 16 de mayo de 1857, en que fue nombrado Juez de 1ra. Instancia en lo Criminal, elegido en la terna compuesta por los doctores Eduardo Costa y Francisco Elizalde. El 10 de junio del mismo año resultó electo senador con Domingo F. Sarmiento. Luego fue nombrado miembro del Superior Tribunal de Justicia, y para componer la Sala del Crimen. En esas funciones debió intervenir en la causa criminal contra Rosas. Continuó formando parte del Superior Tribunal de Justicia hasta 1872, en que ante la reforma de la Constitución provincial solicitó su jubilación acreditando más de 30 años de servicios. Mostró ejemplar asiduidad en el desempeño de su cargo, en la época aciaga de la fiebre amarilla, residiendo con su familia en Morón. Falleció en Buenos Aires, el 12 de junio de 1883. [2]
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