| Notas |
- Contaba con diez años de edad cuando hizo su primer viaje a Europa llevado por su ilustre padre en aquella misión diplomática que le comisionaron los hombres del Partido Unitario.- A la muerte de su padre, se refugió en Río de Janeiro donde para atender al sustento de los suyos, se dedicó al comercio en su primera juventud.- Regresó a Buenos Aires después de la batalla de Caseros entre la pleyade de expatriados que pululaban por las fronteras de la república.- Tenía entonces veinte años y su actuación a partir de ese momento fué intensa.- Fundó con su hermano Mariano "La Tribuna" diario que por muchos años fue el baluarte avanzado de las libertades públicas.-
Tomó parte activa en la política de su patria.- Realizó en 1853 su segundo viaje a Europa siendo poco después nombrado cónsul general en París, no pudiendo desempeñar su cargo porque Napoleón Tercero recordando que Varela había anatematizado en su periódico el golpe de estado, que dió vida al último Imperio francés, no quiso otorgarle el correspondiente excequatur.-
Vuelto a su país, el presidente Mitre lo nombró encargado de negocios en Montevideo donde tampoco pudo permanecer indiferente a la política local mezclándose en las cuestiones palpitantes de la actualidad uruguaya y abandonó esa posición para asistir al Congreso de la Paz que se celebró en Ginebra en 1867, en cuya tribuna asombró con su elocuencia a los hombres más eminentes del viejo mundo en una improvisación que hizo en defensa de la democracia americana, zaherida por un orador de Suiza, mereciendo homenajes de la prensa republicana del mundo.- Con el laurel de este triunfo, regresó a Buenos Aires y se entregó de lleno al periodismo.- Fué entonces que empezó a publicar su célebre sección "Cosas" que firmaba con el seudónimo de "Orion" popularizado rápidamente en la ciudad.-
Identificado con la vida porteña, dueño de un carácter movedizo y alegre Hector Varela fué para entonces un hombre eminentemente popular y el animador reconocido del ambiente.- A él se le deben los famosos carnavales de 1869 y 1870 los más alegres y fantásticos que recuerdan las crónicas de la gran aldea.- "Orion" estaba en todas partes y este solo nombre bastaba para levantar el espíritu.- A las "Cosas" de Orion, siguió el "Almanaque Orion", luego la "Confitería Orion" y hasta surgieron los sombreros Orion que aún hoy llevan este nombre.- El prestigio y la popularidad de Hector Varela alcanzaron su mayor auge en los años 1869, 70 y 71, año este último en que le tocó encabezar aquel generoso movimiento del periodismo porteño en defensa de la ciudad contra la epidemia de fiebre amarilla traducido en la Comisión Popular de Salubridad pública, que llena una página admirable de abnegación y de altruismo.- Hector Varela fué presidente de esta comisión a la muerte de Roque Perez, pero tanto entonces como antes y como después fué su promotor, su animador y su componente más representativo.-
Tenía grandes y expectables amigos en el viejo mundo.- Emilio Castelar era uno de ellos, y fué por sugestión del gran tribuno español que abandonó nuevamente el país para editar en Europa "El Americano", periódico de propaganda que vivió dos años y en el cual consumió apreciables capitales y comprometió también la estabilidad de la "Tribuna".- Como final de la aventura viose obligado a aceptar el empleo de agente de inmigración del gobierno argentino en Francia, y luego en Italia donde publicó un nuevo periódico "La Italia y el Plata".- Regresando nuevamente a su país para volver a ocupar cargos legislativos y fundar "El Porteño" diario de combate que tuvo gran notoriedad en los años 1879 y 80.- Los últimos años de su vida transcurrieron entre nuevas empresas y tentativas periodísticas, alternadas con el desempeño de algunas misiones oficiales en Montevideo Río de Janeiro y Barcelona.- Había cumplido sesenta años y regresaba de uno de sus viajes intercontinentales cuando fué atacado por la fiebre amarilla en Río de Janeiro.- No pudo volver a embarcarse y falleció en la capital Carioca el 2 de Octubre de 1892.- Sus restos descansan desde entonces en la bóveda de Quintino Bocayuba, su gran amigo de la juventud, que lo asistió en los últimos momentos y le prodigó solícitos cuidados.-
Con ser tan copiosa la producción periodística y literaria de Hector Varela, muy poco es lo que ha quedado de él en forma accesible a las nuevas generaciones.- Solo le ha sobrevivido su conato de biografía novelada "Elisa Lynch", fantástico relato inconcluso sobre la vida de esa célebre mujer, la novela "La virtud de una coqueta", "Páginas sueltas", "La república de Venezuela y su presidente Guzman Blanco", algunas semblanzas biográficas en folletos y un estudio sobre Castelar.
|