Antonino Aberastain de la Rosa

Antonino Aberastain de la Rosa[1]

Varón 1810 - 1861  (50 años)

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  • Nombre Antonino Aberastain de la Rosa 
    Nacimiento 9 May 1810  Albardón, San Juan, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar. 
    Sexo Varón 
    Fallecimiento 12 Ene 1861  Alamos de Barbosa, San Juan, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.  [1
    Causa: Fusilado 
    ID Persona I57794  Los Antepasados
    Última Modificación 13 Ene 2011 

    Padre Luis Aberastain Benegas,   n. 1776, San Juan, San Juan, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.,   f. Sí, fecha desconocida 
    Madre Manuela de la Rosa Torres 
    Casado 8 Sep 1806  [1
    ID Familia F21680  Hoja del Grupo  |  Family Chart

    Familia Magdalena Brihuega Albarracín,   n. 22 Jul 1825, San Juan, San Juan, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.,   f. 21 Oct 1903, San Juan, San Juan, Argentina Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar.  (Edad 78 años) 
    Casado Copiapó, Copiapó, Chile Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar. 
    Última Modificación 6 Abr 2011 
    ID Familia F29304  Hoja del Grupo  |  Family Chart

  • Mapa del Evento
    Enlace a Google MapsNacimiento - 9 May 1810 - Albardón, San Juan, Argentina Enlace a Google Earth
    Enlace a Google MapsFallecimiento - Causa: Fusilado - 12 Ene 1861 - Alamos de Barbosa, San Juan, Argentina Enlace a Google Earth
    Enlace a Google MapsCasado - - Copiapó, Copiapó, Chile Enlace a Google Earth
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  • Fotos
    Aberastain de la Rosa, Antonino
    Aberastain de la Rosa, Antonino

    Lápidas
    Sepulcro de Antonino Aberastain
    Sepulcro de Antonino Aberastain

    Lugares
    Aberastain de la Rosa, Antonino
    Aberastain de la Rosa, Antonino
    Monumento en su homenaje

  • Notas 
    • Su progenitor, que era comerciante, por aquella fecha había tenido la desgracia de perder en malos negocios los bienes que poseía.
      Hizo sus estudios primarios en la afamada "Escuela de la Patria", fundada por su ilustre tío materno, el doctor José Ignacio de la Roza, durante su gobierno progresista, y dirigida por el competente maestro don Ignacio Fermín Rodríguez.
      Fué uno de los seis jóvenes sorteados para seguir los cursos del "Colegio de Ciencias Morales" de Buenos Aires a pedido del ilustre Ministro Rivadavia, formulado por circular de 2 de enero de 1823; incorporándose a dicho instituto, abierto bajo la dirección de don Miguel Belgrano, sobresaliendo especialmente en el aprendizaje de idiomas; aprendió francés, inglés, principios de griego, y después italiano y alemán. Dedicado más tarde a la carrera jurídica, frecuentó las aulas universitarias de esta capital, doctorándose en 1832. Por su carácter serio y circunspecto, además de su calma, su mansedumbre y su robusta mole, se le llamaba en el Colegio de Ciencias Morales, el "Padre Eterno".
      Pasó momentos de desesperante pobreza que soportó pacientemente, haciéndose él mismo sus muebles y fabricándose sus zapatos. A los 20 años fué hecho nombrar por su comprovinciano, el doctor Salvador María del Carril, oficial del Ministerio de Hacienda, cargo que no pudo aceptar por no tener dinero suficiente para un traje de etiqucta con que presentarse en la oficina; como no pudo venir a Buenos Aires más tarde, para hacerse cargo de la Corte de Justicia de este Estado bajo el gobierno de Sarmiento, por no tener con qué trasladarse e instalar su familia en esta capital. Si hubiera aceptado el ofrecimiento de su genial comprovinciano, no hubiese tenido el trágico fin que todo el país deploró.
      1834 ocupó la prosecretaría de la Academia Teórico-Práctica de Jurisprudencia
      1835 regresó a San Juan, y apenas llegado a su provincia, el gobernador, teniente coronel Nazario Benavídez, le llamó a desempeñar el alto y delicado puesto de Juez de Alzada, último Tribunal de Justicia, acompañado de dos colegas legos por falta de abogados, "siendo aceptado ese acertado nombramiento con universal contento por todo el pueblo", según expresa Hudson en sus "Recuerdos de la Provincia de Cuyo". Ejerció dicho cargo hasta 1837.
      Afecto a la literatura y a la música, fué designado presidente de la "Sociedad dramático-filarmónica" de San Juan, centro integrado por la juventud más distinguida e intelectual
      1839 colaboró con Sarmiento en la redacción de "El Zonda", periódico interesante sobre literatura, educación, costumbres, minas, etc.
      Poco después los federales imputaron a los doctores Antonino Abarestain e Indalecio Cortínez y al sargento mayor Serapio Ovejero, antiguo oficial del ejército de Belgrano. y a otros más, que tramaban una conspiración contra el gobernador Benavídez.
      Los sindicados fueron avisados a tiempo y, para evitar el ser puestos en prisión y remitidos a Buenos Aires (donde en aquella época la Mazhorca había cometido terribles atentados), se trasladaron a La Rioja, a donde llegaron con toda felicidad, pasando luego el doctor Aberastain a la provincia de Salta, siendo nombrado por el gobernador delegado, general Dionisio Puch, su ministro secretario durante la corta administración que ejerció por ausencia del titular, coronel Gaspar López. Aberastain. en aquel puesto, ayudó eficazmente a sofocar un motín militar que estalló el 22-7-1841. y que terminó con el fusilamiento del cabecilla, el sargento Fernando, y seis compañeros más.
      De Salta se trasladó a Jujuy solicitado por el gobernador Roque Alva-rado, al que reemplazó en el mando en octubre de 1841, hasta que por la muerte casual del general Lavalle, la ciudad fué ocupada militarmente, subiendo al gobierno el coronel José Mariano Iturbe, federal.
      Aberastain pasó a Chile, estableciendo en Copiapó su estudio de abogado, y donde ejerció por un tiempo la secretaría de la intendencia. Trabajó allí también en asuntos de minas, y por no avenirse a hacer igualas como sus colegas, pasó I I años trabajando mucho y ganando muy poco.
      En 1852, después de Caseros, regresó a San Juan donde fué elegido diputado al Congreso General Constituyente, cargo que no aceptó porque no iba a estar representada la provincia de Buenos Aires.
      Tareas comerciales le absorbieron los años que corren de 1852 al 59; en 1656 emprendió una gira por las provincias a fin de obtener suscriptorca a la asociación creada en Chile con la denominación "Porvenir de las rami lías". Posteriormente se produjo una vacante en la Suprema Corte de Buenos Airee que le fue ofrecida por Sarmiento y que no aceptó. Se hallaba por aquel entonces ocupado en dos asuntos de gran interés: la construcción de una línea férrea interoceánica propuesta por Guillermo Weelwright, por Co-pinpó, y que Aberastain suponía más realizable por la cordillera de Coquim-bobo, habiendo expuesto sus ideas en un extenso artículo que publicó en San Juan y que reprodujeron los diarios de Buenos Aires; y el descubrimiento y la explotación de minas de plata en aquella provincia, considerando este hecho como el embrión, de una gran revolución industrial. Encontró en sus proyectos las trabas y los abusos del oficialismo que iba cargando demasiado la paciencia de la opinión.
      Se hallaba a la sazón preocupado con los asuntos políticos que agitaban intensamente a su provincia, a causa de la elevación al gobierno de San Juan del coronel José Antonio Virasoro. Aberastain se puso a la cabeza del partido liberal de oposición a aquel mandatario. Llegó un momento en que el último prometió garantías de libre sufragio, y habiendo tenido con tal motivo un acercamiento con el doctor Aberastain, le comunicó a éste por intermedio de su ministro de gobierno, Pedro Zavalla, que le propondría para convencional, y que fué aceptado de buena fe por el candidato. Pero las elecciones que se llevaron a cabo desmintieron completamente las seguridades que había dado Virasoro de libertad electoral, y resultaron elegidos varios personajes extraños a la provincia, recomendados por el presidente doctor Derqui. Indignado. Aberastain volvió a ocuparse de la industria minera, pero la sed de riqueza hizo mezclar al gobernador en la explotación de minas, cometiéndose por su ingerencia, robos escandalosos. Aberastain tomó la defensa de los damnificados, lo que le atrajo el odio y las persecuciones de Virasoro.
      Citado a la policía sufrió un interrogatorio, abriéndosele un juicio por el juzgado del crimen a cargo de don Manuel Rogelio Tristany, español, hasta que se resolvió su deportación, siendo insultado en la plaza pública antes de cumplirse aquella sentencia por el mayor Tomás Haynes, cuñado del gobernador y comandante de su escolta; luego fué encerrado en un pajar y engrillado.
      Durante su ausencia estalló el movimiento popular del 16-11-1860, en el que pereció atrozmente masacrado el gobernador Virasoro. Al día siguiente era elegido gobernador interino don Francisco T. Coll, el cual designó a Aberastain como uno de sus ministros.
      11-12-1860 Aberastain fué elegido gobernador propietario; el 26 de noviembre el gobierno federal había nombrado interventor de San Juan al coronel Juan Sáa, que ejercía el gobierno de San Luis, el cual, el 7 de diciembre comunicaba al gobernador Coll el objeto de su misión, siendo en esta emergencia que el último creyó prudente declinar el mandato para que lo tomase un hombre de las condiciones y energías requeridas por la grave situación planteada. Elegido Aberastain, como queda dicho, la Legislatura demoró su recepción del cargo, enviando una comisión cerca del interventor a fin de que solucionase el conflicto legalmente, comisión que fué compuesta por el presbítero Timoteo Maradona, don Ruperto Godoy, presidente de la Legislatura, y el diputado doctor Amado La-prida. Este le expuso al coronel Sáa que el gobierno interino de San Juan admitía la discusión sobre la legalidad de los hechos ocurridos, siempre que se presentase la intervención sin ostentación de fuerzas, requisito sin el cual no sería aceptada. Sáa por su parte, propuso que el gobierno interino le entregase los asesinos de Virasoro, para que fuesen juzgados por autoridad competente; que como interventor repondría la legislatura derrocada por los revolucionarios, y que después garantizaría la libre elección de las autoridades de la provincia, reconociendo los actos del gobierno interino que no estuviesen fuera de las instrucciones que había recibido
      Sáa que se hallaba en Mendoza desde el 15 de diciembre, con su pertinacia separó de su lado al secretario de la intervención, don José M. de la Fuente, y a los coroneles Emilio Conesa y Wenceslao Paunero, que tenían adversión a toda medida arbitraria o de fuerza.
      El 29 del mismo mes se recibió Aberastain del mando solemnemente, nombrando el día 30 sus ministros secretarios: don Valentín Videla y don Santiago S. Cortíncz. Inmediatamente declaró la provincia en asamblea; creó los batallones "Unión Nacional", "Libertad", "Constitución" y "25 de Mayo"; 2 compañías de extramuros de la misma arma; un regimiento de caballería de los departamentos, y una maestranza para la elaboración de los elementos bélicos. Dirigió una proclama al pueblo, desconociendo ilegal y atentatoria la misión de que estaba investido el coronel Sáa por la forma violenta en que quería presentarse, y se aprestó con decisión para la lucha.
      7-1-1861 Sáa inició su marcha desde Mendoza en son de guerra al frente de 1 500 hombres; y al llegar a Guanacache el día 9, dictó un decreto asumiendo el mando de la provincia, declarándola en estado de sitio y ordenando a los hombres que se hallaban en armas las depusieran a las 3 horas de haber sido notificados.
      Aberastain contestó que rechazaría la fuerza con la fuerza y que la sangre que se derramase caería sobre los invasores y no sobre los que sostenían su libertad y derecho. Delegó el mando en don Ruperto Godoy y salió a campaña.
      El choque se produjo en el lugar llamado "La Rinconada del Pocito", el 11 de enero a las 8 de la mañana, y no obstante las proezas de valor que llevaron a cabo las fuerzas sanjuaninas, fueron totalmente derrotadas, pereciendo la flor de la juventud en aquella reñida jornada "a lanza seca", según la expresión del propio Sáa. El anciano coronel de caballería Pablo Videla fué degollado, y los soldados, oficiales y jefes, en una buena parte, corrieron igual suerte
      El doctor Aberastain, tomado prisionero, al día siguiente fué arrastrado desnudo, obligándosele a caminar varias leguas a pie bajo los rayos de un sol abrasador, siendo befado y escarnecido por los que lo conducían. Extenuado de cansancio pidió que le permitieran montar a caballo, porque sus pies lastimados ya no le permitían dar un paso. Entonces se le hizo sentar en un montón de piedras, en el paraje llamado "Alamos de Barbosa", donde lo fusiló a traición, por la espalda, el coronel Francisco Clavero, por orden de Sáa. El presidente Derqui mandó encauzar al autor de tan bárbaro fusilamiento, pero logró escapar para caer en junio de 1863 en poder de la justicia, que le hizo expiar su crimen. La muerte de Aberastain produjo nuevamente la guerra entre Buenos Aires y la Confederación.

      Fuente : Biografias Argentinas y sudamericanas, J. Yaben / recopilacion por Guillermo Garcia

  • Fuentes 
    1. [S112] Los Antepasados, A lo largo y mas alla de la Historia Argentina, Ibarguren Aguirre, Carlos Federico, (Trabajo inedito), Tomo I, Los Ibarguren, Apéndice III (Confiabilidad: 3).