Notas |
- Jurisconsulto. Estudió en el famoso colegio de José Eusebio Gómez, pasando luego al de la Inmaculada Concepción de Santa Fe para completar los estudios secundarios. Más tarde se graduó de doctor en jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires, en 1880. Al año siguiente, fue nombrado juez de primera instancia en lo civil, comercial y crimnal en Goya, llegando a presidir el Superior Tribunal de Justicia, en 1883. Había actuado como delegado al Congreso Pedagógico realizado en Buenos Aires, en 1882. Para 1884 dirigió el periódico La Ley, con el presbítero Luis Niella, de los que llegaron a publicarse 52 números hasta 1885 en que cesó. Era un valiente defensor de la causa católica, iniciando en Corrientes un movimiento polítco religioso que para aquella época hacia falta desde bastante tiempo atrás. Intervino en la Comisón de Letrados para la revisión del proyecto de ley de enjuiciamiento civil y comercial, adoptado después como Código de Procedimientos de la provincia de Corrientes. Fue además vicepresidente primero de la convención reformadora de la Constitución de la provincia (1888); presidente del Consejo Deliberante de la ciudad de Goya; ministro de Hacienda e Instrucción pública durante el primer período del gobernador doctor Juan R. Vida], y luego diputado nacional por la provincia (1889). Como ministro de Hacienda de Corrientes realizó importantes reformas fiscales, organizó la ley de Contabilidad que quedó en vigencia, dispuso la reglamentación de los impuestos, la ley de marcas, ley de estadísticas, ley de estatutos y organización del Banco de la Provincia, ley sobre ventas de bienes municipales y otras mejoras. Con el desplazamiento del Partido Autonomista de las posiciones oficiales operado en 1893, el doctor Aguirre Silva volvió a la vida privada y al ejercicio de su profesión, en la que era considerado el primer abogado de Corrientes. Logró todo el afecto de sus conciudadanos quienes impuestos del restablecimiento de su partido político lo plebiscitaron como candidato a gobernador hacia 1909. No resultó designado debido a las dificultades que sobrevinieron por el acuerdo liberal-autonomista, pero quedó como candidato unánime para ocupar la banca de senador nacional a elgirse por la provincia, en cuya cicunstancia una grave dolencia puso en peligro su vida. Desde su establecimiento ganadero de Esquina fue llevado a su ciudad natal, y en ella, embarcado para Buenos Aires. Falleció en el viaje frente a Rosario, el 23 de marzo de 1910. Sus restos fueron llevados a Reconquista, y de allí, a Goya, recibiendo el homenaje de toda la provincia. Hernán F. Gómez ha sintetizado en breves lóneas toda su actuación pública. Dice que "Si como jurista se habla destacado en la judicatura por la claridad de sus juicios y la erudición de sus sentencias, como funcionario al frente del régimen fiscal, reveló condiciones fuera del orden común, y como parlamentario logró el respeto de la Cámara por su elocuencia y versación en el debate de los negocios públicos". [7]
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