Notas |
- Jurisconsulto. Era estudiante de derecho cuando sobrevino la guerra del Paraguay, y dispuesto a colaborar interrumpió los cursos. Se incorporó a la armada nacional, y ocupó el cargo de secretario del jefe de la flota, coronel Murature, a quien acompañó durante año y medio, participando principalmente en el combate del Paso de las Cuevas, que Je valió una condecoración del gobierno del Brasil. Continuó sus estudios y se graduó en la Universidad de Buenos Aires, de doctor en jurisprudencia en 1867. El soldado se transformó a poco en político, y en ese mismo año ocupó una banca de diputado en la Legislatura para la cual fue reelecto varias veces. Después fue juez, diputado nacional, fiscal de Estado, Ministro de Hacienda, y en seguida, Ministro de Gobierno de Buenos Aires, y director del Banco de la Provincia, cargos todos que desempeñó en el espacio de diez años. Su vocación por la enseñanza le hizo ocupar en 1872, la dirección del Colegio Nacional de Buenos Aires, siendo un digno sucesor de Amadeo Jacques y de Cosson. En ese cargo publicó un libro sobre la Instrucción Secundaria, donde condensó sus puntos de vista en torno al problema educacional. Organizó fundamentalmente aquella Casa de estudios, y formó a su lado un núcleo de discípulos que bajo su severa orientación realizó la obra de reconstruirlo. Con posterioridad fue director del Banco Nacional, y ministro del Interior y de Instrucción Pública. En ambas secretarlas tuvo oportunidad de ser el colaborador eficaz del presidente. Esa actividad pública que alternó con la de su estudio. le permitió publicar en 1878, un Tratado de Derecho Internacional Público, en tres partes, dando cada una de ellas un volumen. Después Alcorta desempeñó la cátedra de la Facultad de Derecho de Buenos Aires. Propuso y obtuvo que la enseñanza del Derecho Internacional se dividiera en dos cursos: el Público y el Privado, cuando antes se explicaban simultáneamente por un mismo profesor. Desde 1883, y también por iniciativa suya que fundó en razones pedagógicas, el Derecho Internacional Privado fue incluido en el último año de estudios, para que pudiera ser aprendido por quienes ya tenían en su acervo el conocimiento de toda la carrera. Consideraba Alcorta que la enseñanza no era completa sin el libro y para aquella época nuestra literatura jurídica era nula en la materia. Debatió con Carlos Calvo desde las columnas de la Nueva Revista de Buenos Aires, en 1883, sosteniendo que por vez primera que existía, como existe, un Derecho Internacional propio de este continente. En 1886, publicó su Curso de Derecho Internacional Privado, que es una obra fundamental, traducida al francés y prologada por la autoridad de Lher. Escribió además, un comentario relativo al Código de Comercio, que amplió después con sus Fuentes y Concordancias; un estudio sobre la inconstitucionalidad de la ley n 1583, editado bajo el titulo de Avenidas y expropiaciones (1887); una obra Sobre Curso forzoso, y un estudio referente a Garantías Constitucionales. Con una comisión compuesta por los doctores Aristóbulo del Valle, Manuel Obarrio, Estanislao S. Zeballos y otros, escribió el Proyecto de Código Penal para el Ejército Argentino, que comprende seis volúmenes, que son seis Códigos distintos; un Proyecto de Código de Procedimientos Civiles, en colaboración con el doctor Zeballos, y otro sobre Reforma de la Ley de Quiebras. Fue profesor de la Facultad de Derecho durante 28 años, y ocupó los cargos de decano y académico de la misma. No descuidó la educación clásica que había recibido, y por su amplia cultura filosófica llegó a ser también académico y decano de la Facultad de Humanidades. Fue ministro de Relaciones Exteriores en las presidencias de Juárez Celman, Sáenz Peña, Uriburu y Roca. Desempeñó el cargo de canciller durante casi diez años consecutivos, y junto con los ministros acreditados en Santiago, Quimo Costa, Piñero y Terry, llegó a establecer la soberanía argentina sobre vastas zonas del territorio que Chile discutía. Se obtuvo como premio a tantos afanes que el laudo del soberano británico declarara que el límite incuestionable entre ambas Repúblicas era la Cordillera de los Andes; que la linea divisoria debla ser trazada sobre las más altas cumbres que dividen las aguas, perteneciendo a uno y otro pa!s las tierras que quedaren a oriente u occidente de aquella, y por último, que las lineas pasasen forzosamente por el encadenamiento principal de los Andes. Fue precisamente durante el segundo gobierno de Roca, cuando ocurrió la muerte del doctor Alcorta, el 5 de mayo de 1902, mientras que la cuestión de límites con Chile finalizaba veinte días después con la firma definitiva de los pactos. Sus restos fueron velados en la Casa de Gobierno. El ministro de Brasil en Buenos Aires, Ciro de Acevedo, sintetizó su personalidad, al decir que "Era un espíritu gentil y poderoso, era un caballero y era un sabio jurisconsulto; era el hombre mejor y el más firme amigo de la tierra; es un duelo nacional el duelo de ustedes". En el cementerio de la Recoleta hicieron uso de la palabra, el ministro del Interior, doctor Joaquín V. González; el ministro de Inglaterra, don William Barrington, y los doctores Juan Antonio Argerich, Luis V. Varela y Juan José Montes de Oca. Al cumplirse el centenario de su natalicio la Facultad de Derecho realizó un homenaje a su memoria. Diez años antes, la misma Facultad inauguró un busto el 27 de diciembre de 1932, pronunciando una elocuente oración, el doctor Eduardo Bidau. [6]
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