Notas |
- Estudió derecho en su ciudad natal y se recibió de abogado hacia 1813.
En 1814 se enroló en el Ejército del Norte, con el cual participó en la tercera expedición auxiliadora al Alto Perú
20-7-1814 ascendio a teniente 1ro. de la 1ra. compañía del 2do. batallón del Regimiento 9 de Infantería
29-11-1815 fue uno de los jefes y oficiales que fueron tomados prisioneros en la acción de Sipe-Sipe
Logro fugarse y regresar a Cordoba
Figura en una relación firmada en el Cuartel General del Ejército Auxiliar, en Huacalera, el 18-2-1816, por el general Rondeau, de Esta relación fué publicada en la "Gaceta".
Terminada la lucha emancipadora, Alvarez se entregó a las tareas de su profesión civil. Radicado en Córdoba, fué elegido diputado a la Legislatura, de la cual ejerció la presidencia, en feb.1839
oct. 1840 cuando en el mes de octubre el general Lamadrid se aproximaba a la ciudad de Córdoba con las fuerzas que conducía procedentes de las provincias del Norte, el batallón de cívicos denominado "Defensores de la Federación", que mandaba el teniente coronel Agustín Gigena, estimulado por el doctor José Francisco Alvarez, don Ramón Ferreira. don Francisco Lozano, don Bernabé Ocampo, don Miguel Igarzábal, don José Fermín Soaje y otros, se pronunció en favor de la revolución; y la juventud estudiosa y muchos ciudadanos del partido liberal reunidos en las galerías del Cabildo proclamaron el 10 de octubre gobernador al doctor Alvarez, ex-Presidente de la Legislatura y juez consular en ejercicio.
No bien había sido proclamado el doctor Alvarez gobernador, que llegó a la ciudad el teniente coronel José Arguello, ayudante del general Lamadrid, conduciendo un oficio de éste en el cual intimaba la rendición inmediata de los agentes de administración que acababa de ser derrocada. Alvarez nombró el mismo día. Ministro de la Guerra y Comandante General interino, al coronel don José Julián Martínez. Declaró cesantes a todos los principales dirigentes administrativos del ex-gobernador don Manuel López. Casi de inmediato se exigió al comercio un préstamo de 12.000 pesos que fué cubierto con prontitud. Nombró a Lamadrid, "general en jefe de las fuerzas en campaña". No bien este último hubo ocupado la capital, el gobernador Alvarez propuso a Lamadrid delegar el mando en su persona para que imprimiese mayor vigor a las operaciones militares, ofreciéndose él a su vez. para marchar al Norte, para ayudar al general Lavalle con su influjo y relaciones: esto sucedía el 7-12-1840, cuando ya el Ejército Libertador había sufrido el espantoso desastre del Quebracho Herrado. Delegado el mando en la fecha precitada, Alvarez con una escolta de 25 hombres, fué a incorporarse al general Lavalle en Sinsacate. Con él marcharon muchos de los caballeros cordobeses más comprometidos, contándose entre éstos el conocido actor dramático don Juan Casacuberta, que en una representación teatral hizo vivas manifestaciones de simpatía a la causa sostenida por el Ejercito Libertador.
En las fuerzas de Lavalle, el doctor Alvarez formó el escuadrón "Paz", constituido en su casi totalidad de jefes y oficiales cordobeses. Sus efectivos no pasaban de 50 hombres. Acompañó a Lavalle al comienzo de su incorporación a las tropas en campaña, pero posteriormente marchó para Tucumán con el general Lamadrid.
Cuando este reorganizó sus fuerzas en aquella ciudad, Alvarez pasó con su Escuadrón a formar parte de la vanguardia del ejército, la que estaba bajo las órdenes de un jefe de excepcional bravura: el coronel Mariano Acha
Lamadrid salió de Tucumán, el 24-5-1841, pero contra lo acordado con el general Lavalle en Anjuli, se dirigió a Catamaca, donde llegó del 8 al 10 de junio, y enseguida pasó a La Rioja. La vanguardia de Acha que iba a jugar poco después un rol por demás distinguido en el curso de las operaciones contra las fuerzas de Aldao, estaba constituida por la "Legión Brizucla", batallón "Libertad", escuadrón "General Paz" y dos cañones.
29-7-1841 Lamadrid rompió la marcha desde La Rioja, llegando el 1 de agosto a Tuscun (provincia de La Rioja) desde donde ordenó a Acha que acelerase sus marchas y ocupase la ciudad de San Juan. Dispuso al mismo tiempo, que de paso destacase un escuadrón sobre el Valle Fértil, "con el doble propósito de reunir algunos caballos, ganados y apoderarse de unas cargas de vestuarios que marchaban de San Juan para Aldao". El Escuadrón "General Paz", dice Lamadrid en su comunicación del 29-8-1841 al Director de la Coalición del Norte, fué destinado a esta comisión, "y su comandante doctor don Francisco Alvarez, la desempeñó con una eficacia muy recomendable. El día 5 se presentó en las Salinas. Traía cerca de 700 camisetas de lana, 108 pantalones piel, 282 chiripas de bayeta, 76 frazadas, 7 cargas cartuchos fusil a bala, una carga de pasas y dos barrilitos de aguardiente. A más de esto presentó al ejército 400 bestias entre cabadlos, yeguas y mutas, 90 cabezas ganado vacuno y algunos bueyes. Las ventajas y la oportunidad de este primer ensayo son bien perceptibles para detenerse en apreciarlas. Este servicio hecho, el Escuadrón Paz volvió a ocupar su puesto en la vanguardia"
Acha ocupó la ciudad de San Juan el 13 de agosto y tres días después se ponía en marcha con el objeto de cumplimentar las instrucciones que le había impartido su comandante en jefe, de reunirse al grueso de las fuerzas tan pronto concentrase todos los elementos posibles en San Juan: en Angaco, el mismo día 16, tropezaba contra todo el ejército de Aldao. fuerte de 2200 hombres, mientras que la vanguardia mandada por Acha sólo sumaba 450 al iniciarse aquel combate que quedará famoso en los anales militares de la República, porque jamás se combatió con mayor bravura y decisión que la vanguardia de Lamadrid en aquella oportunidad: se peleó de sol a sol por espacio de 8 horas y los federales dejaron sobre el campo de batalla más de 600 hombres entre muertos y heridos, mientras que Acha perdió 1 50 valientes que rindieron su vida por la causa de la libertad.
Pero dos días después, el general Nazario Benavídez, que habiéndose retirado furioso del campo de batalla de Angaco con su tropa sanjuanina, se había incorporado con el coronel José Santos Ramírez que marchaba sobre San Juan con procedencia de Mendoza, sorprendía al general Acha en aquella capital. A las tres de la tarde empezaba en la Chacarilla un combate violento en el que tomó parte el coronel doctor José Francisco Alvarez con su Escuadrón, batiéndose valerosamente, pero desgraciadamente cayó muerto de un hachazo en la misma jornada del 18-8-1841 . Recogido su cadáver por algún ciudadano honorable, se le dio cristiana sepultura
recopilacion por Guillermo Garcia
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