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101 Pasó a Chile en 1555, en la nao de Mondragón. Torres Tellez, Alonzo (I682)
 
102 Paso la mayor parte de su vida en las luchas armadas por antagonismos politicos en Uruguay
20/2/1865 Asciende al poder en su patria como gobernador provisorio o dictador gracias a un acuerdo logrado por el Dr Manuel Herrera y Obes.
Fue jefe de las tropas orientales en la guerra del Paraguay.
Oct 1866 regreso del frente despues de la terrible derrota de los aliados en el asalto a Curupayti.
15/2/1868 Entrego el gobierno al presidente del senado, don Pedro Varela, de su mismo partido.
4 dias mas tarde fue asesinado en la calle Rincon de Montevideo a pocos metros de su casa por activistas de la revolucion de los blancos, liderada por el ex presidente Berro, quien tambien resulto muerto en la misma revuelta.
Fuentes: Biografias, Yaben T2 p 613 / Dicc.Uruguayo de Biog. de Fernandez Saldaña, p.489 / Cronologias biograficas de Argentina, de Guillermo Garcia 
Flores Barrios, General Venancio (+) (I91871)
 
103 Periodista, historiador, autor teatral.
Es considerado uno de los primeros revisionistas de la historia Argentina. El 20/5/1886 funda el periódico "Nueva Epoca" en Santa Fe. En 1890 Presidente de la comision que impulso la construccion del sepulcro de Alberdi en La Recoleta. En 1904 sostuvo una polemica con Miguel Cane por su particular modo de ver la historia. Miembro de la junta de historia y numismatica Americana
Sus obras mas importantes: Juan Facundo Quiroga e Historia de las leyes de la republica Argentina.
Fundó en Buenos Aires el Diario Nuevo (1904) y la revista Atlántida.
El mayor significado de la obra de este autor está en el teatro. En 1906 estrenó el drama histórico Facundo, que popularizó la interpretación de Pablo Podestá y tuvo gran acogida en Buenos Aires v en el interior del país; siguieron a ésta Liniers (1917), donde evoca las invasiones inglesas; Dorrego, donde trata los trágicos sucesos que iniciaron el período de las guerras civiles; Alvear, relacionada con los años del Directorio, etc.
Cultivó también el teatro de costumbre y de sátira social, como en Próspera; ¿Qué dirá la sociedad?; La lucha por la vitla; Un loco, un cuerdo; Shakespeare, drama en tres actos y seis cuadros (1928); Oscar Wilde, con prólogo de Mariano de Vedia y Mitre, etc.
Entre sus obras históricas merecen citarse: Viaje político del Dr. Bernardo de Irigoyen al interior de la República; Juan Facundo Quiroga. Conferencias en la facultad de filosofía y letras. Contribución al estudio de los caudillos argentinos, donde demuestra que Sarmiento desvirtúa y falsea la realidad histórica en su obra "Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas"; Historia de las leyes de la Nación Argentina; Digesto anotado y concordado en orden cronológico, alfabético y por materias de 1810 a 1916 (dos tomos, año 1916)
Descendiente de una antigua familia colonial, de Fortunata de la Corte y de la Peña, y de Manuel Antonio de la Peña, primos hermanos, este último hijo del escribano mayor del cabildo de Oran Josó Antonio de la Corte y de la Peña.
En 1846 Fortunata era madre de doce hijos. Urquiza patrocinó la educación de tres de ellos: Bernardo, Pedro José y por último Pedro David Primitivo. Pedro José y Manuel se graduaron de abogados, Bernardo se dedicó después a la ganadería en tierras de sus progenitores; Rafael se graduó de médico y participó en la guerra del Paraguay, llegando a la jerarquía de coronel de sanidad. El apellido familiar se convirtió en Peña, dejando en olvido lo de la Corte y de la Peña
Un hijo de Pedro David Primitivo, Félix David Peña, y la rosarina Manuela del Corazón de Jesús Lujan, contrajeron enlace en Rosario, pero el padre no pudo conocer a su hijo David, pues murió en 1863 en el fortín Pavón de Bahía Blanca, adonde había sido trasladado. Leopoldo Kanner publicó en el Boletín de la academia nacional de la historia, XXXVIII, 2' sección, un capítulo de una obra en preparación, Proceridad y niñez de David Peña, con la genealogía y documentos del archivo de la familia. 
Peña Luján, Félix David (*) (I58013)
 
104 Pocos personajes del mundo del fútbol platense tienen la historia de don Carlos Galup Lanús, nacido, curiosamente, en Lanús en el año 1890, excelente fullback izquierdo que jugó muchos años en Estudiantes de La Plata, club en el que descolló y donde es considerado uno de los mejores de su tiempo, dejando una inconfundible impronta de verdadero caballero, reconocida por sus propios compañeros y adversarios.
Proveniente de una de las familias de mayor representatividad social del conurbano sur, era el séptimo hijo de Salustiano Galup Agüero (1844-1907), hacendado y comerciante en la ciudad de Lanús, donde residía ejerciendo la administración de varios intereses de importancia, y de Luisa Teresa Lanús (1852-1935), destacada docente que integró numerosas comisiones benéficas en Lanús y alrededores, siendo ella quién donó sus derechos sobre la propiedad de la histórica capilla de Santa Teresa de Jesús, de Lanús Oeste, a la congregación de las Hermanas Misioneras Catequistas de Cristo Rey, una orden religiosa de origen argentino.
Su madre fundó en 1906 en Buenos Aires la Escuela Profesional nº 3, de la que fue directora varios años, donde organizaba concurridos talleres de corte y confección, bordados en general y manualidades, que capacitaron a varias generaciones de mujeres en la primera mitad del siglo XX, con el que recibió varios premios y menciones.
También fue una de las donantes de la primera sala de primeros auxilios y dispensario de lactantes que funcionó en Lanús, construida íntegramente por su familia en un terreno en las calles Sarmiento y Tucumán, inaugurada en 1925 y al que equiparon con moderno instrumental quirúrgico.
Y por su lado materno era nieto del célebre pionero Anacarsis Lanús (1820-1888), fundador de la ciudad de Lanús, que lleva su nombre, y uno de los empresarios más destacados de su época, quién se destacó como político, banquero, comerciante y hacendado progresista de la campaña bonaerense.
Fue uno de los amigos del general Bartolomé Mitre que colaboraron económicamente para la fundación del diario La Nación, y ocupó diversos cargos públicos: fue jefe de policía de Buenos Aires en el año 1852, diputado nacional en 1871, miembro fundador de la Casa de la Moneda y proveedor del ejército durante la guerra del Paraguay.


Carlos Galup Lanús pasó su infancia y adolescencia viviendo en Lanús en un espléndido chalet suizo que sus padres tenían frente a la plaza Belgrano, y junto con sus hermanos mayores Anacarsis, Ricardo y Ernesto, que también fueron futbolistas, fue alumno de la entonces Escuela Infantil n°18 de Lanús, en el entonces partido de Barracas al Sur, donde sobresalió desde joven como un aplicado deportista, entusiasta, y con noble personalidad.
En 1908 comenzó su carrera futbolística en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, incorporándose en 1910 al equipo de Banfield, que participaba en el certamen de segunda división, campeonato en el que disputó dieciocho partidos y donde su equipo terminó en un digno tercer puesto, después de perder con Racing Club el derecho a disputar un lugar en la final.
Pero en el año 1911 se pasó de Banfield a Estudiantes de La Plata, por una circunstancia muy especial: jugándose un partido entre estos dos equipos, consideró que sus compañeros no habían actuado correctamente con los adversarios, cuando el árbitro cobró un penal inexistente que provocó que los futbolistas platenses se retiraran del campo de juego.
En esa misma semana concurrió a la ciudad de La Plata para dar sus disculpas personales por el hecho, siendo invitado de esa manera a integrarse al primer equipo de ese club, lo que aceptó inmediatamente. Con Estudiantes consiguió el ascenso a primera división en 1911, en un equipo que integraban también Raúl Díaz, quien luego fue gobernador de la provincia de Buenos Aires, y Jorge Hirschi, años más tarde intendente municipal de la ciudad de La Plata.
Posteriormente Galup Lanús brilló como jugador y capitán del equipo de Estudiantes que en el año 1913 ganó por primera vez en su historia el campeonato nacional de fútbol. Este torneo fue histórico, y los platenses se impusieron ampliamente ganando trece partidos, empatando tres y solo perdiendo dos, con cinco puntos de ventaja sobre sus escoltas.
Y ese mismo año también ganaron su primer torneo internacional, la copa Río de la Plata, al derrotar con un marcador de 4 a 1 al vigente campeón uruguayo. Al año siguiente, en 1914, fueron subcampeones, y en 1915, después de fusionarse las dos asociaciones organizadoras de los torneos de fútbol en una sola institución, la competitividad del equipo platense disminuyó, terminando en 1916 en el quinto puesto, y en 1917 en el décimo segundo lugar.
En 1916 participó del ya legendario primer clásico entre Estudiantes y Gimnasia y Esgrima, partido jugado el 27 de agosto de ese año en la vieja cancha de Estudiantes de 1 y 57, ante un público record para aquella época que llegó a pagar el escandaloso precio de dos pesos por una entrada, que la prensa consideró excesivo.
Este partido terminó con un triunfo de Gimnasia por un gol en contra de su rival, cuyos seguidores salieron a festejar ruidosamente por las calles de la ciudad. Otro partido histórico en el que participó fue el 7 de mayo de 1916 cuando Estudiantes perdió de visitante 2-1 con San Lorenzo de Almagro, partido con el que quedó inaugurado oficialmente el célebre estadio, ya desaparecido, conocido popularmente como el Viejo Gasómetro, ubicado en avenida La Plata al 1700.
Por sus excelentes condiciones, integró entre 1913 y 1916 la selección nacional, en la que jugó varios partidos, uno de ellos recordado por otra sorprendente actitud suya. Debutó con la camiseta argentina el 27 de abril de 1913 formando parte del team argentino que enfrentó a Uruguay, en Montevideo, en un cotejo amistoso jugado ante unas cinco mil personas, que terminó empatado en un gol. Y también participó del equipo argentino que el 13 de septiembre de 1914 se impuso al seleccionado uruguayo con un marcador de 2-1, que tuvo un record de cinco jugadores de Estudiantes en la misma alineación.
Pero todavía es recordado cuando el 27 de septiembre de l914 integró el seleccionado argentino que enfrentó a Brasil en la vieja cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, en Palermo, por la primera edición de la copa Julio A. Roca. Cuando en una jugada el atacante argentino Lonardi marcó un gol con la mano que fue inicialmente convalidado, Galup Lanús corrió al árbitro para explicarle que el tanto de su propio equipo había sido convertido de manera antirreglamentaria. Por lo que el juez del partido lo aceptó e invalidó el gol, ganando Brasil por 1-0, adjudicándose la copa, que es el primer título oficial de la selección carioca en su rico historial internacional.
Sus últimos partidos con la camiseta de Estudiantes fueron en el campeonato de 1919, en el que, después de una nueva ruptura producida entre los clubes afiliados a la Asociación Argentina de Futbol, se organizó un campeonato de urgencia con los pocos equipos que quedaron en ella. Se dio inicio así un irregular torneo donde solo participaron seis equipos, entre ellos Estudiantes, que comenzó el 28 de septiembre de ese año y se dio por finalizado el 21 de enero de 1920, donde el equipo platense terminó subcampeón.
Galup Lanús terminó su carrera en Estudiantes, y después de retirarse de la actividad futbolística siguió vinculado a ese club como dirigente. Se había casado con María Esther Bellando, matrimonio del que nació Luz María Galup Lanús, primera esposa del conocido académico Horacio García Belsunce.
Falleció en Saldungaray, partido de Tornquist, provincia de Buenos Aires, el 29 de diciembre de 1948. El diario La Nación publicó al ocurrir su muerte, entre otros conceptos: "En Estudiantes de La Plata actuando como zaguero izquierdo, emulaba más que al jugador al deportista. Fue valor técnico, atleta de juvenil vigor y vio al fútbol como una disciplina más para formar el carácter junto con el esfuerzo".
Lucio Perez Calvo
 
Galup Lanús, Carlos (*) (I113746)
 
105 Poeta, político y religioso argentino nacidó en San Pedro, provincia de Buenos Aires, en 1761. Fue confirmado en San Pedro el 21-12-1764. Entró en la Orden Franciscana a los 16 años, como novicio; en 1778 profesó en el Convento de Buenos Aires. Luego en Córdoba fue ordenado sacerdote y allí dictó cátedras de teología y filosofía.
Regresó a Buenos Aires al Convento Franciscano, donde enseño teología, filosofía, hemenéutica y física.
Participó en los prolegómenos de los movimientos revolucionarios de mayo de 1810. El 24 de setiembre de ese año, a instancias de Mariano Moreno, fue elegido como primer director de la Biblioteca Pública, que recién se estaba fundando, cargo que ocupó hasta 1814. En febrero de 1811 fue elegido Ministro Provincial. El 4 de abril de 1812 fue elegido vocal de la primera Asamblea y en 1813 participó en la Asamblea Constituyente. En 1815 fue elegido diputado por Buenos Aires para el Congreso de Tucumán. Fue el encargado de la redacción de un diario de sesiones denominado "El Redactor del Congreso Nacional". Se cree que el texto del Acta de la Independencia es obra suya.Falleció el 21 de Enero de 1823. 
Rodríguez Suárez, Presbítero Fray Cayetano José O.F.M. (*) (I92246)
 
106 Político vizcaíno, nacido en Lekeitio el 3 de septiembre de 1793. Aunque radicó inicialmente a Madrid en donde estuvo al frente de una de las casas de giros más importantes de la capital, que tenía relaciones en Londres y París, fijó su domicilio en la capital inglesa.
En 1821 realiza un viaje de Londres a Valparaíso con las fragatas Lord Carthcart y Colombia, con efectos de comercio, pero dicha expedición fue apresada por las fuerzas chilenas que habían invadido Perú. La policía francesa señala la frecuencia de sus desplazamientos entre ambas capitales por motivos comerciales, aunque le mantuvo estrechamente vigilado por si actuaba de correo entre los liberales españoles que se encontraban en Francia e Inglaterra.
Su ingreso en el Parlamento se produjo con las elecciones de 1834, en las que representó a Bizkaia, en unión de Jacinto Romarate. Participó en varias Comisiones todas ellas relativas a cuestiones de Hacienda. Durante el período de Gobierno de Mendizabal formó parte de las comisiones de ley electoral y voto de confianza, en las que defendió al Ministerio.
Disueltas las Cortes, resultó nuevamente electo por Bizkaia (febrero de 1836).
El 15 de mayo de 1836 fue nombrado Ministro de Hacienda en el Gobierno presidido por Francisco Javier Istúriz,. En ese momento se encontraba en París a donde se había dirigido tras haberse comprometido a hacerse cargo de dicha responsabilidad. Parece ser que su elección estaba motivada por la necesidad de contar con una persona que tuviera sólidas conexiones con los medios financieros ingleses y franceses. Pero no llegó a ocupar dicho cargo al hallarse ausente, razón por la que fue sustituido interinamente por Mariano Egea y posteriormente por Félix D'Olhaberriague.
Falleció en París el 15 de abril de 1842. Había resultado electo para la terna de senador el 24-28 de julio de 1839. 
Aguirre Solarte Iturraspe, José Ventura de (+) (I90231)
 
107 Propietario de las Tierras de "Lo Arcaya", "Manquehue" y "Lo Curro", por muerte en 1893 pasaron a poder de su viuda, Rafaela Guzman Aldunate y sus cuatro hijos los cuales vendieron en 1905.
Fuente: Carlos Larrain,( Miembro de la Academia Chilena de la Historia) "Las Condes". 
Guzmán Recabarren, Juan José (I14838)
 
108 Recibido de médico-cirujano el 14 de septiembre de 1859, es considerado una de las grandes figuras médico cientificas de Chile: Presidente de la Comisión de Auxilio a las victimas del terremoto de Mendoza.1861: Profesor de Clinica Interna desde 1873 hasta su muerte; Decano de la Facultad de Medicina. 1879; Presidente de la Comisión Sanitaria del Ejército y Armada en campaña, en la guerra del Pacífico, 1879 y Director del Servicio Sanitario del Ejército hasta 1890; Presidente de la Comisión Sanitaria contra el cólera, 1887; maestro eminente y autor de numerosas obras, el país le debe gran parte de su progreso científico durante la pasada centuria.
Vease la obra: Una vida al Servicio de la Ciencia, El Profesor Doctor don Wenceslao Diaz, 1834-1895 y Antecedentes para la Historia de la Medicina en Chile, por Raul Diaz Vial, Publicaciones de la Universidad de Chile año 1945. 
Díaz Gallegos, Wenceslao (+) (I18137)
 
109 Religiosa catalina. Abreu Albornoz Bustos, Juana (I4478)
 
110 Religiosa. Alvear Ponce de León, Ana (I5573)
 
111 Sargento Mayor, Regidor de Salta y Alcalde de la Santa Hermandad. Aguirre Calvo de Mendoza, Francisco (I51213)
 
112 Se educó al lado de su tío el Dr. José Eusebio Colombres (firmante del Acta de la Independencia), de Fray Manuel Pérez y del Deán Zavaleta. Se graduó como médico en 1842. Fundó distintos establecimientos de caridad e instituciones piadosas, siendo solícito con los numerosos enfermos que tuvo a su cargo en los hospitales públicos y casas particulares tanto en Buenos Aires como en Tucumán. Fue legislador provincial y senador por su provincia en el Congreso Nacional entre 1873 y 1877.
En ocasión de la muerte, en plena juventud con motivo de la revolución que estalló en esa provincia en la que murió, en plena juventud su hijo, el Dr. Ignacio Colombres, Delfín Gallo escribió una conmovida semblanza, de la que extractamos los párrafos referidos a Ezequiel Columbres:
"Desde mis primeros años, mis ojos vieron sentado cada día, a la lumbre de mi hogar cariñoso en el sitio de preferencia, al Dr. D. Ezequiel Columbres, padre de Ignacio. Fue el médico, el consuelo supremo de los míos, en los días de tribulación y de amargura; fue más, el amigo de mayor confianza, leal y consecuente de mis padres, y el que cerró sus ojos con religioso cariño y con infinito dolor, cuando la hora del sueño eterno les hubo llegado.
¡Qué noble carácter y que alma bondadosa y abnegada! Lo he visto en medio de las turbulencias políticas siendo el blanco de odios insensatos y hasta feroces, en las épocas dolorosas y cruentas de nuestra gestación constitucional, y a pesar de las persecuciones que hasta a los miembros inocentes de su familia alcanzaban, jamás he oído brotar de sus labios una palabra acerba, sintiéndose siempre inclinado a la benignidad, al olvido y al perdón.
En esos momentos mismos, cuando regresaban de largas e injustos ostracismos, ningún dolor llamó a sus puertas reclamando su auxilio, sin encontrarlas de par en par abiertas y sin preguntar si era un adversario o un perseguidor de la víspera quien reclamaba su auxilio humanitario y siempre desinteresado…." 
Colombres Alurralde, Ezequiel (*) (I53153)
 
113 Se incorporó al Ejército en 1810 como teniente del regimiento de Granaderos de Infantería. Le correspondió sofocar el motín del coronel Tomás de Figueroa el 1 de abril de 1811 (Motín de Figueroa).
Participó en las campañas del sur hasta 1812. Despúés del Desastre de Rancagua (1814) emigró a Mendoza, Argentina, regresando con el Ejército de Los Andes. Se batió en la Batalla de Chacabuco (1817).
En 1820 participó en la Expedición Libertadora del Perú con el grado de coronel. De vuelta a Chile emprendió la Campaña de Chiloé (1825-1826).
En enero de 1827, asociado con su hermano Joaquín, dio el golpe militar llamado Sublevación de Campino, ocasión en que penetró a caballo el recinto donde estaba reunido el Congreso Nacional.
El 15 de febrero de 1832 ascendió a general de ejército.
Fue elegido diputado por Santiago en 1826, 1828, 1829, 1831 a 1834 y de 1858 a 1861.
Suscribió la Constitución de 1828. Fue intendente de la Provincia de Santiago y senador de la República de 1861 a 1870.
Fuente: Biblioteca del Congreso de Chile. 
Campino Salamanca, General Enrique (+) (I91047)
 
114 Señor y Pariente Mayor en la tierra solariega de Zarate en Marquina, jefe del bando oñacino, que murió peleando contra los Avendaño, y porque estos demolieron la torre zaratina del linaje, la fratría de los Zarate se trasladó al lugar de Gopegui.
por Carlos F. Ibarguren 
Zárate, Juan (I79295)
 
115 Sin descendencia. Cunningham Murphy, Margarita (I21959)
 
116 Sin duda, la mayor obra de Luis Augusto Huergo, el primer ingeniero recibido en la Universidad de Buenos Aires, y a la que dedicó gran parte de su vida y de sus máximos esfuerzos, se vincula con sus proyectos para dotar a Buenos Aires de un puerto digno de las necesidades del creciente tráfico marítimo. En 1881 propuso el proyecto más completo de la época, para un puerto en la Capital Federal. Al año siguiente Eduardo Madero presentó una propuesta alternativa que Huergo juzgó muy inconveniente. Sin embargo, en diciembre de 1884 el Gobierno Nacional se decidió por el proyecto de Madero. El tiempo demostró que Huergo tuvo razón y que su ingenio previó el mejor tipo de puerto posible para la ciudad de Buenos Aires de aquella época.
Huergo nació en Buenos Aires el 1º de noviembre de 1837. A los 15 años de edad, viajó a los Estados Unidos de Norteamérica para cursar estudios en el Colegio de Santa María de Maryland, en el cual la enseñanza estaba a cargo de sacerdotes jesuitas. De regresó en el país, cinco años después, prosiguió su formación en el Departamento Topográfico de Buenos Aires, donde se graduó como agrimensor en 1862. En 1866, cuando el rector Juan María Gutiérrez creó la carrera de ingeniería civil en la Universidad de Buenos Aires, Huergo decidió seguirla y, cuatro años más tarde, con una tesis sobre Vías de comunicación, se transformó en el primer egresado.
Actuó en política desde muy joven: política: fue diputado primero y luego senador provincial. Entre sus primeros trabajos como ingeniero, puede contarse el proyecto y la construcción del llamado Camino Blanco a Ensenada, que concretó con la quinta parte del presupuesto que se había destinado a ella.
A principios de 1876 fue nombrado, por concurso, director de las Obras del Riachuelo. Este era, en ese entonces, un precario arroyo precario surcado por pequeñas embarcaciones, pero él lo transformó en un puerto cuya capacidad de anclaje fue creciendo hasta poder recibir barcos de gran tamaño, que antes debían fondear a varios kilómetros de la costa.
En 1881 presentó su obra maestra: un proyecto integral para un puerto capitalino. Consistía en un canal de entrada de 200 metros de ancho y 7 de profundidad (que sería el mismo canal de acceso al puerto del Riachuelo y cuyo comienzo eran las aguas más profundas del Río de la Plata), con los diques dispuestos en forma de peine. Entre las ventajas del proyecto podía contarse la posibilidad de realizarlo paulatinamente, a medida que las necesidades lo exigieran: bastaba, cuando el tráfico así lo requiriera, construir a bajo costo otro dique o diente, sin interrumpir la actividad de los que ya estaban funcionando. Además, al tener una sola boca de entrada de dimensiones reducidas en comparación con el volumen de agua encerrada, hubiera sido muy reducido su oleaje.
Pero en 1882, Eduardo Madero presentó un proyecto alternativo que proponía la construcción de dos canales de acceso en lugar de uno y ubicaba los diques en forma paralela a la costa de la ciudad. El proyecto de Madero, con sus diques paralelos a la costa, imposibilitaba futuros desarrollos, tornaba extremadamente dificultosa las maniobras de amarre, entorpecía el acceso de los ferrocarriles y hacía muy costosa la explotación y el mantenimiento de las obras. La propuesta de Madero pretendía justificar el segundo canal, que encarecía el funcionamiento del puerto, argumentando que era una medida de seguridad para casos en los que fuera imposible navegar el primero. Después de una serie de modificaciones criticables en los presupuestos y condiciones de la obra, en diciembre de 1884, se firmó el contrato entre el Ministro del Interior y Eduardo Madero y la obra se llevó a cabo. Los ingenieros de la empresa Madero, Hawkshawson & Aiter reprobaron el trazado del canal del Riachuelo que Huergo había realizado, éste solicitó al gobierno autorización para revisar el proyecto Madero, y no se lo permitieron. Entonces, el 5 de enero de 1886, Huergo renunció a su cargo de Director Técnico de las Obras del Riachuelo.
Inmediatamente emprendió la tarea de ilustrar a los profesionales por medio de conferencias, artículos periodísticos y folletos, sobre las desventajas del proyecto de Madero. Los años fueron demostrando lo acertado de las opiniones de Huergo: todos los desarrollos posteriores del puerto han sido construidos con los diques en forma de peine y se ha adoptado este sistema para otros casos similares al del puerto de Buenos Aires.
Pero la obra de Huergo no se agota con el proyecto del puerto de Buenos Aires. En 1870, por encargo del Gobierno viajó a Inglaterra para contratar la construcción de 120 puentes, cuyo armado en nuestro país él mismo dirigió. En 1874 ideó, para la localidad bonaerense de San Fernando, el primer dique seco construido en Argentina. También participó en el proyecto del ramal inicial del Ferrocarril Pacífico, entre Buenos Aires y Villa Mercedes, San Luis. En 1888 fue consultado por el Ministro de Gobierno de Córdoba con motivo de la construcción del dique de San Roque. Diseñó y construyó, con Guillermo Villanueva y el ingeniero Luis Luiggi, el puerto militar conocido luego como Puerto Belgrano. En el exterior, proyectó las obras del puerto y de salubridad de Asunción, Paraguay.
Ocupó, entre otros cargos, el de ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires; profesor y decano, por tres períodos, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y cofundador y presidente de la Sociedad Científica Argentina.
Dedicando los últimos esfuerzos de su vida a la función de Presidente Honorario de la Comisión Administrativa de los Yacimientos de Petróleo de Comodoro Rivadavia, el ingeniero Luis Huergo murió en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1913. Hoy un colegio industrial lleva su nombre, al igual que una de las avenidas de mayor tráfico de camiones y vehículos que traen y sacan mercaderías del puerto de Buenos Aires. 
Huergo Regueira, Luis Augusto (*) (I67282)
 
117 Sus padres, Ioannes (Juan) de Quirno e Ioanna (Juana) Dunate levantaron en 1733 una casa que se llamó Dantcharinea, y que aún se conserva, en Ainhoa, lugar de la frontera entre España y Francia, en el país vasco. Un Ioannes de Quirno, llamado Ioannestipia, figura entre los "habitantes nuevos" de Ainhoa en 1662.
El origen del apellido es todavía un misterio; y se ha avanzado la hipótesis de que fuera bretón, español o, incluso, irlandés (Kearne).
Es posible que Ioannes de Quirno haya sido arponeador de ballenas, ya que dos arpones flanquean la inscripción de los dueños de la casa solariega, aunque, sugestivamente, dos arpones también son parte del escudo de los Kearne irlandeses. (Referencia de Hernán C. Lux Wurm).
El nombre de "Dantcharinea" proviene de que Quirno fue felicitado por el flamante rey de España Felipe V de Borbón en 1701, cuando a su paso hacia su nuevo país fue homenajeado por un grupo de bailarines vascos, entre los que descolló aquél.
Guillermo de Quirno falleció recién el 12 de Diciembre de 1828 y tuvo varios hijos de su matrimonio con María Angela de Echeandía y Ainciburu. De uno de ellos descendía Martín Elso (1891-1982) a quien trataron varios primos argentinos, relación que siguió con los descendientes de cada uno (Fernando Madero, Alejandro Padilla y Diego Quirno, entre otros). Escribió "Histoire d' un village basque: Ainhoa", con interesantes datos, que en parte había suministrado a Norberto Quirno (Nº 6) y a Norberto Padilla. 
Quirno Dunate, Guillermo de (I5171)
 
118 Sus padrinos fueron el "General" Josef de Cabrera y su mujer Lorenza de la Cámara. Aguirre Ruiz Gallo, Petrona (I634)
 
119 Susana Giménez nacio en 1945 es una de las modelos, animadoras de televisión y comediantes de mayor convocatoria de público. En 1966, la revista "Gente" publicó una foto suya bailando en un local nocturno. El epígrafe da cuenta de una joven modelo hasta ese momento poco conocida y de muy buena figura. Susana había nacido 21 años antes. Su infancia no fue fácil, en una familia caracterizada por las peleas y las separaciones entre sus padres. Siendo una joven de 18 años decidió ser modelo. Por esa época se había integrado a un grupo de jóvenes que frecuentaban la zona de la Recoleta. Allí conoce a Mario Sarrabayrrouse, su primer marido con el que tuvo una hija, Mercedes, en 1962. Ese año también Susana decide abandonar a Sarrabayrrouse. En 1969 filma el comercial para el lanzamiento del jabón Cadum que le dará mucha fama. La llegada de esta oportunidad no fue casual.
Un año antes, Susana había conocido a Héctor Cavallero, un influyente hombre vinculado al mundo de la producción musical, el espectáculo y la publicidad. Enseguida nació un romance entre ambos. La relación duró hasta 1972. Por entonces, Susana Giménez ya era una modelo conocida que aparecía en las tapas de las revistas de actualidad.
Ese año surgió un romance entre la modelo y el basquetbolista Norberto Draghi que acabaría con la unión entre Susana y Cavallero. La relación con el productor continuó en un plano profesional. Ella aceptaba de muy buena gana los consejos que Héctor le daba sobre cómo manejar su carrera. En 1974, se dio una situación que daría un nuevo giro en el rumbo de la vida de Susana. Bajo la dirección de Daniel Tinayre, filma la película "La Mary", junto al campeón mundial de boxeo Carlos Monzón. De las escenas de amor surge un apasionado romance entre los dos protagonistas. Esta relación durará hasta 1978, cuando la pareja se separa. Poco tiempo después, Susana empieza otro romance, esta vez con el actor Ricardo Darín. En esta época, la modelo y también actriz trasciende protagonizando una serie de filmes de éxito, producidos por los hermanos Hugo y Gerardo Sofovich, en los cuales hace dupla con Alberto Olmedo. Con él, hace también, a partir de 1982, un programa de televisión que pega fuerte en el gusto del público. En 1987, se termina la relación amorosa con Darín, permaneciendo entre ellos un sentimiento de amistad que dura hasta la actualidad. Ese mismo año, Susana empieza por ATC su ciclo "Hola, Susana" que la convertiría en una popular animadora. A fines de 1988, se casa con Huberto Roviralta. El matrimonio dura hasta 1998, cuando se divorcian. Ese año la estrella inicia un romance con Jorge Rodríguez, a quien la une el amor y también varios negocios que generan una serie de escándalos, con los cuales la figura de Susana se ve perjudicada.  
Giménez Aubert Sanders, María Susana (*) (I20843)
 
120 Tataranieto del general Bartolomé Mitre, quien fundó este diario el 4 de enero de 1870, el doctor Mitre nació el 2 de abril de 1940, hijo de María del Rosario Noailles y de Bartolomé Mitre. Estaba casado con Nequi Galotti y tenía cinco hijos: Dolores, Rosario, Bartolomé, Esmeralda y Santos.
Desde muy joven sintió un particular amor por el campo y la naturaleza, al igual que fascinación por los caballos árabes y por el polo, deporte que practicó durante cuarenta años. Se destacó por su sencillez y su cordialidad, que le valieron no solo el respeto sino además la estima y el afecto de quienes pasaron por LA NACIÓN . También sobresalió por su sentido del humor, aun en los momentos en que debió atravesar serios problemas de salud, que sobrellevó con notable fortaleza.
Dos años después de recibirse como abogado en la Universidad de Buenos Aires, se incorporó a LA NACION en 1966. Fue sucesivamente adscripto a la administración, gerente de ventas, subadministrador y administrador del diario, hasta que en agosto de 1982, fue designado al frente de la dirección periodística, lugar que había quedado vacante tras la muerte de su padre.
Además de dirigir LA NACION , desde donde bregó incansablemente por la defensa de la libertad de prensa, fue miembro del directorio de Papel Prensa S.A., empresa de la que también fue vicepresidente y presidente. Fue asimismo fundador y presidente del Grupo de Diarios América.
Fue reconocido como académico emérito de la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa, al tiempo que numerosas entidades, tales como el International Press Institute, la International Law Association y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), lo contaron entre sus miembros.
Innumerables distinciones internacionales recibió el doctor Mitre en reconocimiento a su trayectoria profesional y en mérito a su vocación por el estrechamiento de los vínculos con el mundo. Entre ellas, varias condecoraciones de países extranjeros, tales como las órdenes del mérito otorgadas por los gobiernos de Italia, Brasil, Colombia, Alemania y España; la Orden de Caballero de la Legión de Honor de Francia y la Orden del Sol de Perú.
También fue reconocido con distinciones de la agencia española de noticias EFE y de la Fundación Severo Vaccaro, y con el premio Agustín Edwards McClure, otorgado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). En 1997, obtuvo el premio Konex de Platino en la categoría Dirección Periodística.
Al recibir de manos de los reyes de España, en 2014, el premio Luca de Tena, otorgado por el centenario diario español ABC a las trayectorias periodísticas sobresalientes, Mitre afirmó: "Ni la democracia ni el Estado de Derecho pueden ser concebibles sin ese valor fundamental que es la libertad de expresión, pilar de todas las otras libertades que enaltecen la condición humana. Razón por la cual he sostenido siempre que sin libertad de prensa no habrá libertad".
Fue un asiduo participante activo en las reuniones anuales de la SIP, de cuya junta de directores formó parte, donde debatió sobre la situación de la libertad de prensa en el continente. Un valioso testimonio de su permanente prédica por estos principios fue la publicación, en 1990, del libro titulado "Sin libertad de prensa no hay libertad".
Innumerables distinciones internacionales recibió el doctor Mitre en reconocimiento a su trayectoria profesional y su vocación por el estrechamiento de los vínculos con el mundo. Entre ellas, las órdenes del mérito otorgadas por los gobiernos de Italia, Brasil, Colombia, Alemania y España
Las páginas de esa obra dan cuenta de la militancia del director de LA NACION en favor de un derecho esencial para la vigencia y la consolidación de la democracia. De una doctrina que toma como referencia las enseñanzas que dejó el propio general Mitre cuando, allá por 1852, en los debates previos al Acuerdo de San Nicolás, expresó: "Soy de los que piensan que es preferible irse un poco más allá en materia de libertad, que quedarse más acá o irse un poco más allá en materia de autoridad o despotismo. Los males que puede ocasionar la libertad se remedian con ella misma. Es como la lanza de Aquiles, que cura las heridas que abre". O del recordado principio enunciado por Thomas Jefferson, principal redactor de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, quien afirmó: "Entre un gobierno sin prensa libre y una prensa libre sin gobierno, me inclinaría por esta última alternativa".
La prédica de esos valores, necesarios para el desarrollo de un periodismo independiente, era vital durante los tiempos en que Mitre condujo este diario. Tiempos de la ansiada transición hacia la democracia que dio un paso fundamental con las elecciones de 1983, que consagraron presidente de la República a Raúl Alfonsín, junto con el restablecimiento de las libertades públicas. Y tiempos más recientes en los cuales se debió hacer frente a inusitados ataques contra la labor periodística y contra los medios de comunicación que se opusieron a ser cooptados por el poder político.
En sus numerosas disertaciones ante distintos ámbitos académicos del país y del extranjero, el director de LA NACION sostuvo que la historia de la civilización occidental es, en medida sustancial, la historia de la libertad del hombre y que la libertad es la base a partir de la cual se estimula el espíritu creador del hombre. "La libertad no es un don gratuito: se debe luchar por ella en una tarea incesante. La libertad se conquista a diario", puntualizó.
Su concepción sobre el valor de la libertad de prensa se sustentaba en la idea de que el ejercicio de la soberanía por el pueblo solo puede cumplirse cabalmente cuando la ciudadanía tiene acceso a la más amplia información, cuando puede conocer todas las opiniones sobre asuntos de interés general y cuando éstas gozan de la posibilidad de difundirse sin obstáculos. Es así como el esquema constitucional de equilibrio de poderes, que impide los despotismos y garantiza el funcionamiento del régimen democrático, tiene como condición necesaria la libertad de expresión. Y de allí -según sostuvo Mitre- que sin libertad de prensa, el entero edificio constitucional resultaría vacío de sustento, casi como un castillo de arena que la primera ola derrumbará.
La libertad de prensa era para Mitre "el oxígeno que vivifica el cuerpo de la Nación". Si se suprime aquella, la Nación pierde sus mejores energías creadoras. "Por esta razón es que sin libertad de prensa no hay libertad", concluyó el director de LA NACIÓN.
Diario La Nacion, necrológica del 25/3/2020.
 
Mitre Noales, Bartolomé Luis (*) (I39460)
 
121 Vino de Chile al Tucumán - de La Serena, probablemente - a fines de 1565 o principios de 1566, con la comitiva que acompañó al conquistador Gaspar de Medina, quien - además de llegar con un refuerzo de 22 soldados para Francisco de Aguirre, su jefe - traía a Santiago del Estero consigo a su mujer Catalina de Castro (hija del Capitán Garcí Díaz de Castro, Tesorero de la Real Hacienda de Chile, y de Barbóla Coya "sobrina del Rey Inga del Pirú"), a sus hijos mayores García, Barbóla y Luis de Medina, y a "nueve doncellas huérfanas con el propósito de casarlas con conquistadores". Entre estas doncellas arribaron a Santiago del Estero - precisa el historiador Carlos Luque Colombres -; "Isabel de Salazar (futura esposa de Hernán Mexía Mirabal y luego de Alonso de Vera y Aragón), Isabel de Fromista, que casó con Juan Serrano, y Francisca de Cuellar, que tomaría por marido a Juanes de Artaza"; y también, seguramente, una hermana de Isabel de Salazar, apellidada María Dávila, que casó más tarde con el conquistador Juan Pérez Moreno, (*)
Como ya dije, al morir su primer marido Isabel de Salazar pasó a segundas nupcias con Alonso de Vera y Aragón, "Cara de Perro" (motejado así, según el Padre Lozano, "por su mal gesto"), con el cual doña Isabel no tuvo hijos.
Antes de poner fin a la presente monografía, transcribo los párrafos mas significativos del Memorial que Isabel de Salazar remitió, por intermedio de su hijo fray Hernando Mexía Mirabal, al Rey Felipe II; documento fechado el 6-II-1611 "en la ciudad de la Concepción de la Buena Esperanza de la gobernación del Río de la Plata", que reproduce íntegramente Torre Revello en su libro Esteco y Concepción del Bermejo. Con ortografía moderna, dichos párrafos expresan:
"Considerando que aunque generalmente Vuestra Magestad favorece y hace merced a sus vasallos, pero con más benignidad a las mujeres, mayormente viudas, siendo yo una de estas, me atrevo a suplicar ... a mi Rey y Señor ... se sirva de prestar atento y benévolo oído a lo que por esta refiero ... Yo fui casada primera vez con el Maestre de Campo Hernando Mexía Miraval, persona que después de haber servido a Vuestra Magestad en los reinos del Perú, en las ocasiones que se ofrecieron, entró al descubrimiento y conquista de la gobernación del Tucumán, donde además de haber sido uno de los pobladores y fundadores de la primera ciudad que en ella se pobló y fundó, lo fue también de otras tres que sucesivamente se fueron poblando, todo a su costa y minsión, en que gastó mucha cantidad de hacienda, como consta de la información que sobre ellos está hecha en Vuestra Real Audiencia de La Plata treinta años ha, poco más o menos; por los cuales gastos y haber casado dos hijas nuestras quedé, en muerte del dicho mi marido, tan pobre que no me podía sustentar conforme a mi calidad; de manera que me fue fuerza, al cabo de algunos años, casar segunda vez con el General Alonso de Vera y Aragón, otro gran servidor de Vuestra Magestad ... en el Reino de Chile y en otras muchas partes; fundó y pobló ... a su costa esta ciudad de la Concepción del Río Bermejo ... y haciendo otros muy calificados servicios ... Y durante este matrimonio sucedió, en una ausencia del dicho mi marido, que los indios enemigos cercaron esta ciudad con ánimo e intento de despoblarla, y la pusieron en muchísimo aprieto, por ser los enemigos muchos y los españoles pocos, y los más de ellos heridos y mal tratados de una gran refriega que había tenido con los muchos enemigos, donde murieron algunos soldados; y mediante Dios y el animar yo a los soldados asistiendo con mi persona al cuerpo de guardia, y acudiendo de mi casa y a mi costa con las municiones y vituallas necesarias, sin interés alguno más del que se me seguía de servir a Vuestra Magestad, se defendió la dicha ciudad; de suerte que los dichos enemigos no salieron con su intento, como consta de una Información hecha en esta ciudad, que con esta lleva el padre fray Hernando Mexía, de la Orden de los Predicadores, mi hijo y criado de Vuestra Magestad, a quien me remito en algunas cosas que no apunto, por ser testigo de vista, aunque parte. Después de esto, por fin y muerte del dicho Alonso de Vera y Aragón, mi marido, por no haber tenido hijo ni nieto legítimo que lo pudiese heredar, sucedí en segunda vida en la encomienda de indios que por tres vidas tenía en este distrito, en conformidad de la merced que Vuestra Magestad hizo al Adelantado Juan Ortiz de Zarate en sus capitulaciones, y estando seis meses había, en quieta y pacífica posesión, Vuestro Gobernador Hernando Arias Saavedra, por la enemiga que tenía y tiene con el dicho mi marido Alonso de Vera y sus deudos, me quitó una parte de indios de la dicha encomienda; y porque no pudiese seguir mi Justicia, los puso en Vuestra Real corona, con color de decir estaban vacos, habiendo de ello duda, supuesto de que había sobre ellos pleito pendiente cuando murió la parte contraria; y me condenó el dicho Gobernador en mucha cantidad de plata, por los réditos de los dichos indios; no debiendo yo pagar nada, respecto de haber entrado en la dicha herencia libre y sin obligación alguna; de manera que aunque ha mas de seis años que la poseo, no he gozado de ella casi nada, porque todo se me ha ido en pagar lo dicho. Por lo cual, y haber acudido con mi hacienda en las ocasiones que se han ofrecido de guerra tocante al servicio de Vuestra Magestad, y casado una hija natural del dicho mi marido, que por su muerte y la de sus padres quedaron pobres, estoy con mucha necesidad, y por causa de ella no he podido seguir mi Justicia sobre los agravios, así en lo dicho como en otros que se me han hecho. Supuesto esto, suplico a Vuestra Magestad que la encomienda que al presente tengo, tenga su efecto por las dichas tres vidas; conforme las encomiendas de esta ciudad, se entiende, la del principal encomendero y las de su hijo y nieto legítimo, y a falta de estos, la de la mujer y su heredero - porque lo tengo legítimo, hijo del dicho Hernán Mexía Mirabal, mi primer marido, que me ha de suceder en la tercera vida de la dicha encomienda -, mandando Vuestra Magestad que no se guarde ni ejecute una Real Cédula que se ha publicado ... para que después de mis días no se disponga la dicha encomienda sin orden de Vuestra Magestad, porque es perjuicio de mi hijo legítimo, a quien le pertenece el derecho de la tercera vida, y con esto quedo premiada de los muchos y calificados servicios que he hecho, aunque mujer, en el servicio de Vuestra Magestad ... "Señor Besso los rreales pies de Vra. Mgd., su muy leal Vasalla; doña Ysabel de Saladar".
La aludida encomienda de "Matará" - que fuera de Vera y Aragón "Cara de Perro" -ubicábase 30 leguas más arriba de la desembocadura del río Bermejo, y a unas 7 leguas de la ciudad de "Concepción de la Buena Esperanza", y - según censo del año 1622 - constaba de 638 indios "mataráes" y "nogosnas", mayores y menores de ambos sexos.
Luego de la muerte de Vera y Aragón, ocurrida hacia 1605, su viuda y heredera Isabel de Salazar, tuvo aquel conflicto con el Gobernador Hernandarias, quien acusó a la señora (en carta al Rey del 2-VII-1608) de dar "malos tratamientos a los dichos yndios ... haziéndoles travajar domingo y fiestas con demaciado rrigor, y sacándoles cada día de su natural para Tucumán". Señala Torre Revello que "al fallecimiento de Isabel de Salazar, le sucedió en la parte de la encomienda que ésta usufructuaba, Pedro Esteban Dávila, al que reemplazó después Felipe de Argafiaraz"; el cual gozaba de tal repartimiento en 1637. Y bien; Felipe de Argafiaraz y Murguía Mirabal de Salazar, debe de haber reivindicado para sí aquel feudo de "Matará", puesto que era nieta legítimo materno de Isabel de Salazar.
Por lo demás, el investigador Jorge Serrano Redonnet halló en el Archivo General de la Nación, el poder otorgado el 19-1-1611, en Concepción del Bermejo, por doña Isabel, a favor de su hijo el dominico Hernando, en vísperas de partir éste a la madre patria. En tal documento la señora facultaba al viajero a presentar al Rey y a su Consejo de Indias, las probanzas de sus maridos difuntos, y pedir recompensas por los servicios de ambos. Asimismo se le encargaba al fraile, solicitara al Papa, a través del Nuncio Apostólico en Madrid, gracias y privilegios; como también debía Hernando pedirle cuentas a Juan Juárez de Cepeda, ejecutor testamentario de Hernán Mexía Mirabal, acerca de los bienes que, allá en España, había dejado el causante.
El 5-III-1614, aún alentaba en el mundo doña Isabel de Salazar, pues en esa fecha su hijo fray Hernando, que había vuelto de la metrópoli como "Comisario" de los dominicos, firmó en Buenos Aires una escritura de obligación a nombre de su madre.

por Carlos F. Ibarguren

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(*) Se indica en la causa seguida contra el Gobernador Hernando de Lerma, iniciada por los deudos de Gonzalo de Abreu, que el "Capitán Juan Pérez Moreno ... es cuñado de Hernán Mexía". Luego Isabel de Salazar era hermana de la mujer de Pérez Moreno. Ello no se le escapó al historiador trasandino Thayer de Ojeda en su Formación de la Sociedad Chilena, publicada en 1939, donde afirma que Hernán Mexía Mirabal fue casado con "doña Isabel de Salazar cuñada del Capitán Juan Pérez Moreno". Roberto Levillier, empero, sin dar ningún fundamento, en sus excelentes Biografías de Conquistadores - que editó en 1933 -estampa que Lerma le quitó "a Miraval, así como a su mujer doña Ana de Córdoba (sic) sus bienes, y el matrimonio quedó en la mayor necesidad". Por su parte Orestes Di Lullo - seguidor de Levillier - pone en sus Antecedentes Biográficos Santiagueños (1948) que Hernán Mexía Mirabal "se había casado con doña Ana de Córdoba", y que "algunos cronistas manifiestan que estuvo casado con doña María Mancho". En rigor de verdad, la consorte legítima de mi antepasado fue Isabel de Salazar, sin perjuicio de haber echado él al mundo los 4 hijos naturales que sabemos con la india María Mancho. 
Salazar, Isabel (*) (I79242)
 
122 Participó en las guerras revolucionarias y mas tarde en las guerras napoleónicas. El 19 de mayo de 1804, recibe de manos de Napoleón el bastón de Mariscal. Intervino con éxito en la batalla de Elchingen. Tras varios éxitos militares, en 1808 es agraciado por Napoleón con el ducado hereditario de Elchingen.
Enviado a España para asistir militarmente a José Bonaparte a quien su hermano había coronado rey de España, se niega a obedecer sus órdenes por considerarlas inapropiadas. Cuando el emperador se entrevista con su hermano, en presencia de Ney le espeta: «El general que hubiese obedecido tales instrucciones habría sido un estúpido». Participó en Rusia en las batallas de Smolensk y Borodino, lo que le valió el título de Príncipe del Moscova.
Tras la derrota de Napoleón por el ejército prusiano, sus Generales lo obligan a abdicar y Ney es el encargado de entregarle el ultimátum, que marcará el inicio del destierro en la isla de Elba. Luis XVIII lo nombra Par del Reino, Caballero de la Orden de San Luis y Comandante de las caballerías reales. Tras el regreso clandestino de Napoleón a Francia marcha a su encuentro para llevarlo preso a parís, pero a la vista del Emperador, vuelve a unirse a él. Participa en Waterloo. Tras los 100 Días, es procesado por traición y condenado a muerte por un Consejo de Guerra.
El 7 de diciembre de 1815 es llevado por una patrulla al muro trasero de los jardines de Luxemburgo. Rehusó ponerse una venda en los ojos y se le dio el derecho de dar la orden de disparar, a la que añadió: «¡Soldados, rechazo ante Dios y ante la Patria el juicio que me condena! He luchado cien veces por Francia y nunca contra ella. Apelo ante los hombres, ante la posteridad, ante Dios. Apuntad directo al corazón. ¡Viva Francia!». Su nombre consta grabado en el Arco de Triunfo y una de las grandes avenidas de París lleva su nombre.
 
Ney Greiveldinger, 1º Duque de Elchingen Michel (I340887)
 
123 "Doña Juana era a su vez hija de Juan Domínguez Palermo, que dio su nombre a nuestro paseo popular, y de Doña Isabel Gómez de la Puerta. Juan Domínguez Palermo, ya se encontraba en Buenos Aires en 1590, pues el 25 de junio de ese año, fue designado Alguacil o Mero Ejecutor, fue además Regidor y Cabildante. Su mujer Doña Isabel Gómez de la Puerta, era hija de Don Miguel Gómez de la Puerta y Saravia y de Doña Beatriz Luis de Figueroa, naturales de la Asunción." ("Crónicas y Linajes de la Gobernación del Plata" ? Luis Enrique Azarola Gil, págs. 71 y sigs..).
En: Revista del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, Números 11-12, pág. 78 (1955) 
Domínguez Palermo, Juan (I10867)
 
124 (Acta 15, Secc. Iera Vedia, Leandro N. Alem Prov. de Bs.As. Tomo I, Año 1921) Loubes Polame, María Esther (I92827)
 
125 (Acta 156, Secc. 2da Villa Ballester, Tomo I Año 1919) Loubes Polame, Roberto Jorge (I92826)
 

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