Notas |
- Militar. Muy joven ingresó al servicio de las armas y hacia 1804, cuando frisaba un cuarto de siglo, contrajo matrimonio con doña Justina Sánchez Palacios y Frías, hija legitima de doña Gabriela Palacios y Frías, salteña, y del funcionario virreinal don José Tomás Sánchez del Junco, administrador de la Real Renta de Tabacos de la Intendencia. Después de haberle nacido varios de sus hijos, contaba 31 años cuando se produjeron los sucesos del 25 de mayo de 1810, cuya repercusión se dejó sentir de inmediato en todo el ámbito virreinal. Arias que siempre se desempeñaba dentro de la milicia real, asistió en tal carácter, y además como vecino respetable de su ciudad a los¿cabildos abiertos locales convocados por el gobernador coronel Nicolás Severo de Isasmendi, su amigo personal. En esas asambleas, mostróse partidario de la Revolución de Mayo y favoreció la candidatura de su padre político para diputado por Salta ante la Junta Grande. Pero, desbaratada esa elección que fue considerada como una maniobra promovida por el partido español de Salta, sufragó por la nueva candidatura que había surgido con casi unánime apoyo; la del patriota Dr. Francisco de Gurruchaga. En 1812, ante el carácter que tomaron los acontecimientos, ofreció su colaboración a los representantes del partido español de Salta, influido tal vez, por la ideología de su esposa y de los parientes de ésta. En 1813, no obstante su militancia en el partido del Rey, no tomó las armas en el ejército de Tristán. Meses después, el 7 de agosto, vio nacer en la ciudad de Salta al cuarto de sus hijos: Cayetano Electo Arias Sánchez. Pero a principios de 1815, compelido por la acción de los patriotas vióse obligado a emigrar con su familia a Tucumán, volviendo a Salta sólo incidentalmente durante los años 1815-21, en los cuales se prolongó el gobierno del general Martín Gu?emes quien sabiéndolo tenaz opositor a la causa patriótica le impidió morar dentro del territorio de la provincia. Muerto Gu?emes pensó regresar, pero la revolución tramada por Macacha Gu?emes en contra del gobernador José Antonio Fernández Cornejo fue otro impedimento para sus planes, en razón del advenimiento al poder del Dr. José Ignacio de Gorriti, quien prosiguió los mismos lineamientos políticos que Güemes se había trazado. El 30 de mayo de 1823, imprimió en Tucumán un curioso escrito. Trátase de un libelo en contra del extinto Güemes, y de lo que califica como "despotismo" de su gobierno. Además, fundamentó en ese escrito una presentación efectuada entre los jefes realistas, diciendo a su respecto: "Mi deber es darme a conocer, como deseo ser reconocido, por verdadero español". En dicho escrito, apeló para que certifiquen su "indeclinable españolismo", las personas de los generales Pío Tristán y Moscoso y Pedro Antonio Olañeta: los coroneles Guillemo Marquiegui, Manuel Fernando de Aramburu y Ramón García, los tenientes coroneles Rufino Varela, José Domingo Bidart y José Marla Valdés: el Obispo de Salta, Dr. Nicolás Videla y del Pino: el ex gobernador coronel Severo de Isasmendi y el sargento mayor José Francisco Mrtínez de Tineo. El escrito del coronel Arias Rengel Castellanos en un ejemplar firmado de su puño y letra se encontró en el equipaje del general La Serna, cuando éste cayó prisionero de los patriotas en Ayacucho. Posteriormente, en 1817, el escrito se incluyó como apéndice en la biografía del general don Martin Güemes, publicada en Lima y cuya redacción se atribuye al general Dionisio de Puch, cuñado del jefe de la guerra gaucha. El autor de dicha biografía señala que agrega ese escrito a manera de honor que tributa a la memoria de Güemes por cuanto éste se mostró inflexible con Arias Rengel, y con otros realistas de significación. Para esa época, el personaje que nos ocupa falleció en la ciudad de Salta, después de haber servido en las tropas federales, como adicto sucesivamente a la política de los generales Juan Facundo Quiroga y Juan Manuel de Rosas. [1]
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