Notas |
- Desde 1789 a 1796 realizó sus estudios de Teología en el Colegio de Monserrat de Córdoba, ordenándose sacerdote, para luego hacerse cargo de aquella Capellanía de misas que instituyera su madre. En el mismo Colegio cordobés habíase recibido de Bachiller en Filosofía y Artes el año 1790, siendo profesor suyo el franciscano Fray Manuel Suárez de Ledesma, de cuyas enseñanzas filosóficas Feliciano Rodríguez dejó manuscrito un códice de 304 páginas que - nos dice el Padre Furlong - actualmente se guarda en la biblioteca del Convento de Santo Domingo de Buenos Aires. Condiscípulos de Feliciano en el Colegio de Montserrat fueron, entre otros, el salteño Manuel Antonio de Acevedo Torino, futuro presbítero y diputado por Catamarca al Congreso de Tucumán en 1816; Juan Manuel Castellanos Plazaola, salteño también - tío carnal de Facundo Zuviría -, que fue cura en Huachipas y Canónigo de la Catedral de Salta; Angel Mariano Roque de Elía, porteño, quien se desposó con Isabel de Alzaga Cabrera (tatarabuelos de mi nuera Delia de Estrada de Ibarguren); el cordobés Pedro Tomás de Allende Funes, que después se avecindó en Chile, casándose allí con Josefa Bravo de Naveda y Vivar (bisabuelos de mi amigo el genealogista chileno Fernando Allende Navarro); José Domingo de Allende Funes - hermano del anterior - que se ordenó sacerdote y fue canónigo chantre y cura rector de la Catedral de Córdoba; José Gabriel Ortiz de Ocampo, cura rector en La Rioja, el cual compuso un poema dedicado a Liniers y a los héroes de la Reconquista, publicado en 1807 (hermano del General Francisco Antonio); Bonifacio Ramón Zapiola y Lezica, nativo de Buenos aires, donde casó con Manuela Lista y Viamont, después de graduarse de abogado en Chuquisaca,
En septiembre de 1796 - apunta el Padre Furlong en su obra Nacimiento de la Filosofía en el Río de la Plata - se llamó a concurso de oposición para llenar la cátedra de Filosofía del Colegio porteño de San Carlos. Siete eran los candidatos presentados, todos doctores en Teología; Manuel Gregorio Alvarez (que ganó el examen y ocupó la cátedra de 1797 a 1799), José Valentín Gómez, Gregorio Gómez, Cayetano Antonio Escola, Juan Pablo Pinasco, Domingo Antonio Zapiola y Feliciano Rodríguez. Producida la revolución de Mayo, nuestro clérigo no debió simpatizar demasiado con el nuevo estado de cosas, pues el 9-I-1816 el gobierno solicitó del provisor del Obispado doctor Domingo Victorino Achega, la suspensión de los eclesiásticos americanos "enemigos de la libertad e indiferentes". La curia, por tanto, procedió a retirar las licencias para confesar a 17 sacerdotes y amonestó a 5 - según estampa Rómulo Carbia en La Revolución y la Iglesia -, "por parecerle sospechosos e indiferentes al sagrado sistema de nuestra libertad civil". Aquellos 17 clérigos seculares suspendidos fueron; Juan León Ferragut, Domingo Viola, Bernabé de la Colina, Eugenio Conde, Mariano Gainza, Pantaleón de Rivarola, Mariano Somellera, Manuel Pereda, Manuel López, Manuel Antonio Fuentes, José Reyna, Ignacio Acosta, Julián Gainza, Feliciano Martínez, Mateo Blanco, José Saturnino Urizar y nuestro Feliciano Rodríguez; de quien a partir de 1816 carezco de noticias.
|