Notas |
- Desde 1854 hizo siempre parte D. Miguel Beccar de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, recorriendo los diferentes empleos de esta Administración. En 1864, el 20 de Agosto, fue nombrado apuntador y el 24 de Febrero de 1873 fue electo Gerente. En esos 30 años de servicios ha sido proverbial su actividad y contracción, por lo que las Cámaras le confiaron diversas comisiones, como apoderado para allanar las dificultades en la compra y desalojo del edificio, que demolido, sirvió para la construcción de la actual Bolsa; para vigilar y dirigir los trabajos de ensanche de la misma en 1871, y para arreglar el servicio telegráfico con Europa; pasando con eso objeto hasta Río de Janeiro en Septiembre de 1878.
En las memorias, actas y notas referentes a su cometido, está probado su celo, laboriosidad y economía demostrada.
Sin descuida sus obligaciones, la pasión del bien público lo hacía ser el primero que ocurría a los incendios, aún en los extremos de la ciudad.
Esto no obstaba a que cumpliera sus deberes de ciudadano patriota, pues entró, en unión con su señor padre y hermano mayor, en la Revolución del 11 de Septiembre de 1852....
El Gobernador, General D. Manuel Guillermo Pinto, lo declaró "voluntario distinguido", sirviendo con ese título 22 años en los diversos cuerpos de Guardia Nacional, ascendiendo a Capitán Ayudante del Coronel Martín Arenas en 1870.
El comercio para recompensar el desprendimiento y la constancia desplegados en salvar intereses y vidas, le ofreció una medalla de oro, con un brillante en el broche, que lleva la inscripción siguente: "Al arrojado Miguel E. Beccar por su valor y desinterés en los incendios desde 1852 a 1869. El comercio".
Acompañaba la medalla un diploma en pergamino, con la fecha 3 de Febrero de 1870, firmado por el Sr. D. Constant Santa María, Presidente entonces de la Bolsa y por las principales casas de comercio.
De acuerdo con sus ideas, fue de los fundadores de la compañía de "Bomberos Voluntarios", en unión de los Sres. Sebastián Casares, Bartolomé Mitre y Vedia, Gabriel Ocampo y otros jóvenes distinguidos; la que se disolvió a causa de la formación de la actual de Policía.
El Gobernador Dr. D. Adolfo Alsina, lo declaró jefe honorario de Bomberos, como prueba de distinción y mérito.
En las epidemias de 1857, 67 y 71, sin pertenecer a ninguna Comisión, acurría a todas partes, prestando sus servicios personales y pecuniarios con tal abnegación y caridad, que en la del 71, algunos miembros de la "Comisión Popular", como D. Carlos Guido Spano, le manifestaron su admiración, y la Comisión Municipal nombrada al efecto, lo declaró meritorio de 3 medallas por las distintas epidemias, dándole con fecha 30 de enero de 1874 la medalla de oro y diploma de primera clase, con derecho de usarla, "como uno de los servidores de la humanidad".
Igualmente prestaba servicios civiles, siempre gratuitos, como Juez de Paz en la Parroquia de la Merced, Inscriptor, Escrutador, Miembro de las Comisiones de Higiene y Municipales.
El Sr. Beccar no desperdicia jamás una ocasión u oportunidad de hacer el bien.
Su abnegación inagotable, no satisfecha con los servicios prestandos en incendios, epidemias, etc., le hizo tomar también parte activa en cuanto concierto y función de caridad o beneficencia tenía lugar.
Siempre se hizo notar por su buena voluntad, su energía e iniciativa.
Cuando se trataba de recompensar el mérito, de agradecer los servicios, de reparar injusticias, era de los primeros y ponía todo su afán a la realización de estos nobles propósitos.
Protector decidido del progreso nacional, toda empresa en que podía contribuir a la riqueza pública, lo tenía de accionista o suscriptor.
Los diplomas, notas y nombrambientos que posee como socio protector u honorario de muchas corporaciones, sociedades y establecimientos de Socorros y Protección Mútua, son innumberables, y todos prueban sus constantes servicios a la sociedad y al necesitado.
En las horas libres, que otros deidican al reposo, él escribía, hasta hace pocos días, como noticiero, cronista musical o redactor comercial en los principales diarios, como La Tribuna, La Reforma Pacífica, El Nacional, La Paz, El Pueblo, La República, La Nación Argentina, La Libertad, El Comercial, La Prensa, El Demócrata y otros de esta ciudad, y como corresponsal en La Tribuna, El Comercio y revistas financieras y económicas de Montevideo.
Fuente: A sus amigos, recuerdo de Miguel E. Beccar en el año nuevo 1886. Imprenta de M. Biedma, Buenos Aires, 1885.
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