Notas |
- El 21 de noviembre de 1807 ingresó al Convento de Capuchinas de Buenos Aires, donde pasó a ser conocida como Sor María del Rosario de la Victoria, en memoria del triunfo del 5 de julio de ese año sobre el invasor inglés. "...la vistió el hábito el Ilmo Sor Dn. Benito Lué y Riega, disponiendo fuese admitida en lugar supernumerario, y bajo aquel nombre para perpetuo recuerdo de tanto beneficio, y mayor gloria de Dios".
Cuenta Enrique Udaondo en "Antecedentes Históricos del Monasterio de Nuestra Señora del Pilar de Monjas Clarisas", (Bs. As., 1949, pp 45-46):
"El otro voto que hicieron las Monjas Capuchinas, fue el de recibir en honor de la Santa, una novicia supernumeraria. Así fue que el 21 de noviembre de 1807 vistió el hábito para religiosa de coro la señorita Cayetana de Oromí y Lasala, hija del regidor de Madrid y director general de Tabacos y Estancos, caballero de la Orden de Carlos III don Ramón de Oromí y de doña Agustina Lasala Fernández de Larrazabal.
Esta señorita, que contaba diecinueve años de edad, pertenecía a una de las familias más acomodada de Buenos Aires, y como Nuestro Señor quería esta alma para sí, cuando se encontraba en tan florida edad, rodeada del cariño de los suyos y engolfada en las diversiones mundanas, se sirvió de lo que menos ella pensaba para traerla al seguro puerto de la religión.
Una noche que, a eso de las doce, regresaba en compañía de los suyos de un paseo, permitió la Divina Providencia que el coche en que iban pasase por las puertas del Monasterio de las Capuchinas en el momento en que la campana tañía a Maitines. Óyelo Cayetana, y como si ese sonido repercutiese en lo más íntimo de su alma, parécele oír la voz de la campana que le dice: 'Tú a divertirte, y esas almas a hacer penitencia'. Tal la impresión le produjo esa voz interior, que esa noche le pareció interminable y llegado el día siguiente, al amanecer, corrió al Monasterio de las Capuchinas pidiendo ser admitida para consagrarse a Dios en el estado religioso. Admitida como supernumeraria, diósele el santo hábito recibiendo su profesión al año siguiente el Obispo de Buenos Aires, Ilmo. Dr. Benito Lué y Riega, quien predicó en ese acto. Esta religiosa tomó el nombre de Sor María del Rosario de la Victoria en recuerdo del triunfo sobre los ingleses, por atribuirse también esa memorable victoria a la protección de la Virgen en esa advocación, que se honraba el primer domingo de agosto en el templo de Santo Domingo de esta ciudad. Tal es la tradición de su ingreso que se conserva en el Monasterio".
Una versión familiar cuenta que estaba de novia con su tío el teniente de navío Cándido Francisco José de Lasala, y que al morir éste luchando contra el invasor, su sobrina y querida, decepcionada del mundo, ingresó en el Convento de Monjas Capuchinas.
Ocupó el cargo de abadesa al menos en dos oportunidades, en 1837 y 1843.
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