Notas |
- Estampa una Real Ejecutoria de Nobleza otorgada en Madrid, el 5-V-1778, por el Rey de Armas de Carlos III, Pascual Antonio de la Rúa de Naveda, que "uno de los nobles antiguos solares que de inmemorial tiempo se reconoce con el honorífico epíteto de Caballeros, Infanzones y de armas pintar, y de devengar quinientos sueldos al uso antiguo de España, es el de la familia ilustre de Escalada, que principió en la Casa de Ceballos, aún antes que hubiesen Iglesias en las Montañas".
Se afirma que el antiquísimo y primitivo solar de Escalada radicó en Medina Pomar, provincia y diócesis de Burgos, de donde algunos de sus vástagos se trasladaron, más tarde, al valle de Castañeda, en la provincia de Santander, hoy partido judicial de Villacarriedo, para fundar allá nueva Casa.
El famoso cronista del siglo XV Lope García de Salazar, dice que los Escalada tomaron su nombre "de las paredes derribadas de la Villa de Escalante, antes de su segunda población por el Almirante Don Diego Gutiérrez de Ceballos, de donde pasaron a Santander"; añadiendo también que descienden de la Casa de Ceballos, principiando esta progenie en Don Ruiz González de Ceballos, quien hubo en doña Teresa González Girón, entre varios hijos, a Gonzalo Ruiz, progenitor de la Casa de Cisneros y a Diego González de Ceballos, de quien descienden los Señores de la Casa de Escalante. Este personaje, por su parentesco con los Laras, Haros y Girones, fue partidario del Infante don Alfonso de la Cerda, que pretendió el trono de Castilla contra el Rey Fernando IV.
A su vez, el cronista de Armas del Rey Felipe II, Andrés de Heredia, refiere que un Capitán de la Casa de Escalante, fue el primero que puso en la Torre de Antequera el estandarte de Castilla. Llamábase dicho hidalgo Pedro Alonso de Escalante, el cual al afirmar aquella enseña en dicha Torre (el 16-IX-1410, precisamente), exclamó; "Escalada está la Torre". Estas alegóricas palabras dieron motivo a que el Rey Juan II concediera que los descendientes del autor de la hazaña, se apellidaran Escalada, y adoptaran por armas parlantes: En campo de sinople, una torre de plata sobre peñas naturales, en cuyo flanco derecho se apoya una escalera de oro; y en la cima del almenado torreón, un caballero, con coraza y rodela de plata, blande su espada. Lleva arriba el escudo, a la diestra, una media luna de plata surmontada por estrella de oro; y a la izquierda, una flor de lis de oro surmontada por estrella plateada. Todo dentro de bordura de plata con ocho aspas de azur, y llevando por timbre este lema; "Escalada está la Torre".
Los Escalada de la línea de Buenos Aires, proceden de la rama que se afincó en el valle de Castañeda, en el lugar de Socobio, donde aún se conserva la antiquísima Iglesia de Santa Cruz. "Todavía - a escrito el historiador Raúl de Labougle, que visitó en 1946 el solar de aquellos antepasados maternos suyos - se levanta allí ese venerable monumento del siglo XI, entero y no remozado con sacrílegos y bárbaros revoques, porque - felizmente - hasta él no ha llegado aún ese afán plebeyo, destructor de bellezas, que llaman Turismo. Del estilo románico la Colegiata está rodeada de añosos castaños y acebales, que le dan fresca sombra, recostándose uno de ellos sobre el pórtico. En las amplias naves, partidas por arcos de medio punto, adosados a los muros, numerosos sepulcros de piedra labrada, de cifras y letras borrosas, encierran restos de quienes, en épocas pretéritas, al servicio de Dios y de su Rey, pasaron sus vidas terrenas, y proclaman bien alto la honra y el orgullo de los abolengos. En uno de ellos, nítidamente, se ve aún la torre y el guerrero armado de su espada, que son piezas del legendario blasón de los Escalada".
por Carlos F. Ibarguren Aguirre
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